A partir de hoy miércoles será obligatorio el uso de protectores faciales en el distrito de Bahía Blanca, puntualmente en los lugares donde haya atención al público o no se pueda respetar la distancia mínima de 2 metros entre las personas.
La medida, anticipada ayer por La Nueva, abarca a trabajadores y clientes de supermercados, el resto de los comercios habilitados, bancos y demás instituciones en funcionamiento.
Al público se le solicita el uso cuando se encuentre dentro de algún negocio o las entidades mencionadas, así como en el transporte público o, por caso, si van dos personas en un auto. No hace falta utilizarlo cuando alguien camina solo por la calle.
Así lo afirmó hoy el secretario de Gobierno, Adrián Jouglard, en la conferencia de prensa ofrecida en la comuna, y aclaró que en principio no habrá sanciones para quienes incumplan sino que se apela a la responsabilidad comunitaria.
Jouglard indicó que en la web municipal bahia.gob.ar se van a subir tutoriales respecto del uso de estos protectores y pidió a la población que no compre barbijos de uso médico, ya que los necesita el personal sanitario en un marco de escasez de insumos.
l secretario de Salud, Pablo Acrogliano, detalló que el protector facial es un elemento más «que suma pero que no va a impedir necesariamente contagiarnos, la medida más efectiva sigue siendo el distanciamiento social, la higiene de manos, no tocarse la cara y la limpieza de superficies».
Este dispositivo, reiteró, «hay que usarlo cuando uno no tiene otra chance que estar cerca de otra persona».
Acrogliano también se refirió a los protocolos en los centros médicos, luego de que se detectaran 8 casos positivos entre el personal del Hospital de la Asociación Médica.
«Son procedimientos que no se hacen del día a la noche, requieren del pensamiento de expertos a nivel internacional, nacional y local. Estos protocolos son los que nos permiten realizar, por ejemplo, la detección temprana de casos. Hoy por hoy hay un solo paciente grave en Bahía Blanca, el cual está internado. Esto quiere decir que los protocolos sirven, más allá de que están en constante revisión», sostuvo.
Y agregó: «Pero hay una variable que no podemos controlar definitivamente, que es la variable humana. Por ejemplo: la gente no puede deambular por la calle debido al decreto de aislamiento, pero tenemos más de 200 detenidos por día en la ciudad. El protocolo funciona, lo que no funciona es esa gente».
Fuente: La Nueva