Caso Esnaola, nueva pericia

Cuando restan pocos días para que se cumplan 5 años de su desaparición, poco se sabe sobre qué le sucedió a Andrea Esnaola. El 15 de julio de 2015, poco después de las 17, la mujer se retiró de la Escuela de Educación Técnica Nº 1 de Pehuen Co, donde trabajaba como auxiliar. Un informe habla de «suicidio impulsivo como fuga o escape».

Una vecina fue la última persona en verla, a sólo algunas cuadras del establecimiento educativo y caminando en sentido contrario a su casa. De ahí en más, todo fue un verdadero misterio.
Un informe pericial realizado por profesionales del Sistema Federal de Búsqueda de Personas Desaparecidas y Extraviadas del Ministerio de Seguridad de la Nación estableció cuál es hasta el momento la hipótesis más firme respecto a la desaparición: «suicidio impulsivo como fuga o escape»

Para llegar a esta conclusión, los peritos realizaron lo que se conoce como autopsia psicológica. La misma tiene como función ayudar a esclarecer los casos de muerte dudosa (suicidio, homicidio o accidente), en los cuales ni el médico legista ni el investigador policial-judicial tienen suficientes elementos para decidir.

El procedimiento consiste en un proceso de recolección de datos del sujeto en análisis que permite reconstruir su perfil psicológico y el estado mental antes del evento investigado. Se realiza un trabajo interdisciplinario entre médicos, autoridades judiciales, psiquiatras y psicólogos forenses. En el presente caso la autopsia psicológica se efectuó sobre la categoría de “persona desaparecida”, por ello se abocaron a construir el perfil psicológico de María Andrea Esnaola y establecieron su estado mental y condiciones de vida antes de su desaparición. Se organizó la información obtenida a lo largo del proceso, ello en diferentes categorías. Dicha información consistió en siete cuerpos de expediente y anexos, donde se encuentra la información proveniente de declaraciones de testigos y allegados a la desaparecida, informes de resultados de rastillajes de la zona, pericias realizadas sobre lugares de allanamiento, análisis de material de celulares, etc.

Antes de llegar a la hipótesis mencionada, se evaluaron otras como desaparición con fines criminales, desaparición voluntaria y desaparición por accidente eventual. Sin embargo, el informe asegura que Esnaola reunía una serie de condiciones de vulnerabilidad psíquica, tanto personales como sociales (trastorno de personalidad, enfermedad psiquiátrica, aislamiento social), por lo cual no contaba con los recursos necesarios para afrontar un conflicto percibido por ella como altamente estresante.

Las distintas pesquisas llevadas a cabo por el personal a cargo de la investigación no pudieron localizar a la víctima o sus restos. Además, la investigación en torno a amigos y conocidos del matrimonio, de personas sospechosas de cometer un crimen contra la desparecida no condujo a resultados útiles a la causa. Tampoco dieron fruto los allanamientos realizados en distintos inmuebles ni se obtuvo información útil del registro de llamadas de su teléfono. También arrojaron resultado negativo los rastrillajes efectuados en varios lugares.

De todos modos, la investigación continúa. De hecho, los mismos peritos realizaron recomendaciones de distintas diligencias a realizar para poder arribar a conclusiones más ajustadas.
Fuente:La Brújula 24