La investigación por la desaparición y posterior muerte de Facundo Astudillo Castro suma otra arista que tiene que ver sobre cómo actuaba la Policía Bonaerense en Villarino durante la cuarentena en el mes de abril.
La periodista Adriana Meyer publicó una crónica en el diario Página 12 en la que dio a conocer una conversación que el ex titular de la seccional policial de Mayor Buratovich, Pablo Reguillón, había mantenido con un vecino en la que le afirmaba que por orden judicial ya no debían remitir al Juzgado Federal de Bahía Blanca las actas de arrestos por violación a la cuarentena.
Esa decisión se había adoptado luego que en nuestra ciudad Luciano González denunciara que efectivos policiales lo habían golpeado la noche del 13 de abril cuando había salido a pasear a su perro.
Meyer en diálogo con Radio Altos explicó que la importancia de lo mencionado por Reguillón respecto a la decisión judicial, es que esa información pone en contexto cómo fue demorado Facundo el 30 de abril cuando pretendía viajar desde Pedro Luro hacia Bahía Blanca. “Tiene que ver con poner en contexto el origen de todo esto, qué pasaba en abril en Villarino, qué órdenes tenían los policías, cómo se manejó la justicia”, detalló.
Agregó que en la charla con el vecino, Reguillón le manifiestó que en un mes habían realizado 1500 actas en Villarino por violación a la cuarentena, que luego habían sido remitidas al juzgado federal, y que en total esa dependencia judicial había recibido en sólo un mes 5000 actas. “Reguillón dijo que luego del episodio del 13 de abril en Bahía Blanca con González, se ordenó que se labraran actas, que se las hicieran firmar a las personas demoradas y que las dejaran seguir”, agregó.
Esa situación ratificaría que los arrestos el 30 de abril de Astudillo Castro fueron irregulares. “Cuando los abogados van a la justicia federal a buscar el acta del arresto de Facundo no estaba, la tenía Reguillón, quien se la tuvo que enviar al fiscal Santiago Ulpiano Martínez. Hasta ese momento la justicia no tenía constancia que a Facundo lo habían detenido”, expresó Meyer.
En tanto, la periodistas opinó que esa situación refleja que “hubo absoluta discrecionalidad” en el accionar policial y que los uniformados durante la cuarentena “quedaban liberados a hacer con esas actas lo que quisieran, podían detener gente y no quedaba constancia de eso”.
Fuente: Frente a Cano