Desde la dirección del hospital explicaron que la cantidad de camas disponibles se mantiene, pasando de 4 a 6, y que la gravedad de los cuadros que se atienden sigue siendo la misma que se registraba luego del desastre natural. Es decir, no hubo un agravamiento del estado de salud de los pacientes a raíz de esta reubicación.
Además, aclararon que el traslado forma parte de un plan de reorganización de áreas previsto para esta etapa de recuperación. En ese sentido, se están adaptando sectores del subsuelo para reubicar los servicios afectados, siempre respetando las condiciones de seguridad y atención necesarias para los pacientes.
El Penna fue uno de los edificios más afectados por el temporal, y continúa trabajando para normalizar plenamente sus servicios mientras se desarrollan las obras de recuperación en sus instalaciones principales.
Fuente: La Brújula 24