Fue presidida por el Comandante de la Fuerza de Infantería de Marina de la Flota de Mar «Teniente de Navío Cándido de Lasala», Capitán de Navío IM Maximiliano Jesús Vega, y contó con la presencia del personal de la unidad, invitados especiales, Veteranos de la Guerra de Malvinas y familiares.
Luego de entonar las estrofas del Himno Nacional Argentino, en Comandante de la CKIA, Capitán de Corbeta IM Carlos Waldemar Aquino, pronunció palabras alusivas.
“Hacemos un alto en las actividades para conmemorar el cuadragésimo primer aniversario del paso a la inmortalidad de integrantes de la Compañía de Ingenieros Anfibios, que con gran valor y bizarría ofrecieron su vida en la gesta por la recuperación de nuestras Islas Malvinas”, comenzó.
En 1982, la Compañía fue destacada al Teatro de Operaciones Malvinas, donde se integró a la Agrupación de Ingenieros conformada para la defensa de las islas, brindando apoyo a unidades del Ejército Argentino, la Fuerza Aérea Argentina y la Infantería de Marina. “Su tarea consistía en la colocación de minas, trampas explosivas y obstáculos, y en la desactivación de elementos explosivos de diversas magnitudes, particularmente en la zona de Puerto Argentino y en la Isla Borbón”, agregó.
Durante este conflicto, la unidad sufrió la pérdida del Cabo Segundo IM Jorge Luis Sisterna y los Conscriptos Clase 62 Víctor Olavarría y Ramos Ordoñez, quienes fueron abatidos por fuego enemigo, ejecutando tareas de instalación de obstáculos minados en la zona de Monte Dos Hermanas. Posteriormente el Conscripto Clase 62 Vicente Díaz cayó mortalmente, herido por una ráfaga de fuego naval en el sector del hangar de hidroaviones de Puerto Argentino.
“Es nuestro deber moral como profesionales de las armas analizar en detalle los hechos ocurridos, aprendiendo de nuestros errores y registrando nuestros aciertos, de manera de ser cada día mejores, siendo inspirados para ello en aquellos que realizaron el sacrificio máximo por la grandeza de nuestra Patria”, sostuvo el Capitán Aquino.
Luego, dirigiéndose a la Compañía de Ingenieros Anfibios, dijo: “Somos nosotros los responsables de que la historia de nuestros héroes no muera; los encargados de mantener en alto el espíritu de cuerpo de la Infantería de Marina y en particular el de nuestra capacitación. Somos nosotros los elegidos para continuar el camino que Sisterna, Olavarría, Ordoñez, Díaz y tantos otros, marcaron con su sangre para que los colores de nuestra bandera flameen altos y orgullosos en todo el territorio nacional. Somos, en definitiva, los herederos de los hombres que, vistiendo este uniforme, enaltecieron el lema de nuestra unidad: luchando con valor y muriendo con honor”.
A continuación, se realizó una invocación religiosa y los Comandantes de la FAIF y la CKIA, junto a Veteranos de Guerra, colocaron una ofrenda floral. Posteriormente se hizo un minuto de silencio y se pronunció el lema de la unidad, finalizando con la entonación de las estrofas de la Marcha de la Armada.
Gaceta Marinera