Este lunes, el papa Francisco pidió que ese acuerdo histórico sea visto como “un modelo a imitar” ante los actuales conflictos: “Amerita ser propuesto en la situación actual del mundo, en el que tantos conflictos perduran y se agravan”.
En ese contexto, llamó a la comunidad internacional a seguir el camino del diálogo, poniendo como ejemplos de dolor humano los conflictos actuales en Ucrania y Palestina, donde “la prepotencia del invasor prima sobre el diálogo”. Y condenó la hipocresía de las naciones que hablan de paz mientras priorizan la industria armamentística.
Gerardo Werthein, flamante Canciller de la gestión libertaria, iba a tener su debut como representante argentino en una audiencia en el Vaticano que se llevó a cabo para recordar el 40 aniversario del Tratado de Paz y Amistad entre la Argentina y Chile. Sin embargo, el funcionario se ausentó. El faltazo se atribuye a las tensiones que se generaron entre Javier Milei y el presidente de Chile, Gabriel Boric, durante la cumbre del G20 llevada a cabo en Brasil.
Por parte del Gobierno, según consigna el diario La Nación, la justificación oficial para el faltazo fue “problemas de agenda”. La decisión de Werthein generó sorpresa en el Vaticano debido a que la audiencia será presidida por el papa Francisco y el Canciller chileno, Alberto van Klaveren, ya había confirmado su presencia.
Según dio a conocer el medio, el gobierno de Javier Milei informó a la secretaría de Estado de la Santa Sede que Werthein no podía estar presente en la ceremonia que se llevó a cabo en la Sala Regia del Vaticano. A pesar de aducir “problemas de agenda” la ausencia está influenciada por el tenso cruce que, según trascendió, mantuvieron Boric y el líder libertario durante la última cumbre del G20.
En detalle, el Vaticano conmemorará la firma del Tratado de Paz y Amistad entre Argentina y Chile fue el resultado de la mediación de Juan Pablo II (Sumo Pontífice durante desde 1978 a 2005) en medio de una fuerte disputa entre los dos países por el conflicto del Beagle. El acuerdo tuvo lugar el 29 de noviembre de 1984 y evitó lo que podría haber sido una guerra entre ambos Estados.
Por parte de Chile dijo presente el Canciller van Klaveren. La noticia fue recibida con sorpresa en la secretaría de Estado de la Santa Sede ya que hará que la conmemoración será homogénea por la disparidad de representación de entre las dos delegaciones.