Antes de la Cumbre, Kestel contó que el objetivo del encuentro es intercambiar “experiencias exitosas en las distintas realidades” y permitir que se vislumbren “caminos posibles para avanzar en políticas de salud mental que respondan a las necesidades de cada país, porque actualmente no es así”.
Bajo el lema “Salud Mental en todas las políticas”, la GMHS 2023 propone presentar una concepción de salud mental que se asuma como componente transversal de todas las políticas públicas, con el objetivo de intervenir respecto de los determinantes sociales que atraviesan a personas y comunidades.
Con respecto a la pandemia de Covid-19, tema que también será abordado en la Cumbre, explicó que desde la OMS confirmaron “lo que se temía”: que las medidas como “el aislamiento, el miedo, las muertes, los duelos, la escuela en casa o el doble trabajo de las mujeres en la casa, iban a tener un impacto en la salud mental”.
“Según un estudio que hicimos el año pasado, hubo un 25% de aumento de gente con depresión o con ansiedad, sobre todo jóvenes, mujeres y personas de lugares donde el Covid pegó más fuerte”, resaltó.
Pero no sólo la pandemia tuvo impacto sobre los jóvenes, también lo tiene el cambio climático, sobre todo las implicaciones en la salud mental “cuando hablamos de inundaciones, terremotos o migraciones”, advirtió.
El cambio climático genera en muchos jóvenes lo que en Europa se denomina “ecoansiedad”, que significa la preocupación por un “futuro incierto”.
Fuente: Télam