De acuerdo al texto, se condenará a quienes perturbaran la «dignidad, libertad, integridad física, psicológica, sexual o el libre tránsito de una persona, con motivo del género, orientación sexual, identidad de género o su expresión y siempre que el hecho no constituyere un delito más severamente penado”.
El proyecto logró 67 votos a favor y uno solo en contra del senador Ernesto Martínez, del PRO de Córdoba, quien ya había expresado sus reparos a la iniciativa durante el debate en comisiones donde se emitió dictamen con un consenso mayoritario.
Martínez señaló oportunamente que el acoso callejero ya está contemplado en varios códigos contravencionales de las provincias, incluso con sanciones y penas mayores, y también marcó que “se debe legislar con precisión, no es tan simple modificar el Código Penal a través de una idea, volcarla como una redacción que convalide esa proclama y después entender que eso es una norma penal, porque se puede incurrir en errores transcendentes”.
En defensa del proyecto aprobado, la senadora oficialista por Corrientes Ana Almirón señaló esta tarde que «el acoso callejero ocurre tan a menudo que solo un 5% hace la denuncia, es algo que está normalizado y por eso es importante tomar medias para acabar con esta forma de discriminación y de violencia que se ejerce hacia las mujeres”.
El proyecto aprobado es el resultante de la unificación de dos iniciativas presentadas por distintos espacios aunque con similar espíritu. El primero de los proyectos, cuya autora es la exdiputada del oficialismo Victoria Donda, incorpora el artículo 129 bis al Código Penal la prevención y sanción del acoso sexual en espacios públicos. Ese texto ya había recibido media sanción de Diputados pero como se introdujeron modificaciones, deberá volver a la cámara de origen.
La segunda de las iniciativas, de las senadoras de Juntos por el Cambio Silvia Elías de Pérez y Guadalupe Tagliaferri, también va en el mismo sentido, aunque con algunas modificaciones en cuanto a las tareas de prevención y el acoso virtual.
En ese contexto, Tagliaferri indicó que «la violencia contra las mujeres es un flagelo que impide que desarrollemos plenamente nuestros deseos. Nadie tiene que opinar sobre nuestros cuerpos y mucho menos acosarnos. Estoy segura de que con estas modificaciones se ha mejorado el proyecto».
La propuesta unificada busca incorporar el artículo 129 bis al Código Penal por el cual “será penado con multa de 1.000 a 15.000 pesos el que, en lugares públicos o de acceso público, mediante gestos, expresiones, palabras, contacto físico o arrinconamiento no consentido, con connotación sexual, perturbare la dignidad, libertad, integridad física, psicológica, sexual o el libre tránsito de una persona, con motivo del género, orientación sexual, identidad de género o su expresión y siempre que el hecho no constituyere un delito más severamente penado”.
A su vez, “la multa será de 5.000 a 30.000 pesos si la víctima fuese menor de 18 años o el autor fuere funcionario público o miembro de una fuerza de seguridad. La multa llevará como medida accesoria la obligatoriedad por parte del condenado de realizar talleres o encuentros orientados a la educación, concientización y erradicación del acoso sexual callejero y la violencia de género por un plazo no menor a los tres meses”.
Se contempla, además, la incorporación de Ley de Protección Integral a las Mujeres para prevenir, sancionar y erradicar este tipo de violencia y la realización de campañas de difusión que contribuyan a concientizar, a dar visibilidad y a desnaturalizar la violencia con motivo del género, orientación sexual, identidad de género o su expresión en el espacio público conocida como “acoso sexual callejero”.
A su turno, la senadora por San Luis Eugenia Catalfamo indicó que «todavía hoy vivimos dentro de una cultura patriarcal que habilita la violencia, que toma a la mujer como un objeto, que el varón no solo puede poseer, sino que puede decidir sobre su vida, por eso me parece tan importante la sanción de este tipo de leyes».
Fuente: Perfil