Estuvo presidida por el Comandante de la Fuerza de Infantería de Marina de la Flota de Mar, Capitán de Navío Carlos Eduardo Gómez Nolasco; quien estuvo acompañado por el Comandante del BIAC, Capitán de Fragata Armando Martín Verdaguer. Además, estuvo presente un reducido grupo de personal del destino y Veteranos de Guerra especialmente invitados, a fin de respetar el protocolo vigente por la pandemia de COVID-19.
Luego de la incorporación de la bandera de guerra se procedió a entonar las estrofas del Himno Nacional Argentino. A continuación, el Capitán de Fragata Diego Rodrigo Gordillo dio lectura a una alocución donde detalló los hechos que llevaron a establecer el 27 de abril de 1982 como el Bautismo de Fuego del BIAC.
“A menos de un mes de haber recuperado Malvinas, la Batería Bravo había completado su adiestramiento en la Base Baterías, recibido la orden de desplegarse a las Islas, había coordinado el apoyo de fuego con el BIM5, había reconocido el terreno, construido las posiciones de tiro, planificado la defensa de la posición y los refugios del personal, había establecido las comunicaciones necesarias para la dirección y ejecución de los fuegos, efectuado sus reglajes y se encontraba lista para entrar en combate, si la situación lo requería”, enunció el Capitán Gordillo.
Para finalizar con sus palabras, expresó: “Siendo las 22.53 horas del 27 de abril, la Batería ya había cenado y se encontraba dispuesta para sobrellevar una nueva noche (…) La fría noche presagia un merecido descanso. Sin embargo, la quieta calma se interrumpe cuando desde el Centro Coordinador de los Fuegos de Apoyo se recibe la orden de abrir fuego de inmediato sobre un blanco ya reglado”.
Estas palabras dieron paso a una demostración por parte del personal del destino, quienes ejecutaron maniobras de tiro con obuses, al mismo tiempo que el Comandante del BIAC pronunciaba palabras alusivas. “Hasta aquí hemos visto parte de las acciones de combate de la Batería Bravo pero es conveniente resaltar que la Batería Alfa con cuatro piezas Otto Melara fue la primera en desembarcar en las islas en apoyo a la operación Rosario, y que el 3 de abril fue replegada al continente. Posteriormente, y una vez iniciada la defensa de las islas, no solo la Batería Bravo fue desplegada a la zona del conflicto, sino que todo el Batallón fue trasladado a la Isla Grande de Tierra del Fuego”, expresó el Capitán Verdaguer.
Prosiguió su discurso enumerando las acciones de combate de la Batería Bravo durante la Gesta de Malvinas. Las mismas tuvieron lugar hasta el 14 de junio, cuando se les ordenó abandonar las posiciones y replegarse hacia Puerto Argentino.
Una vez finalizada la teatralización que transcurrió junto al relato, el Capitán Verdaguer se dirigió hacia el Comandante de la FAIF y dijo: “En representación de los hombres que hoy me toca conducir quiero afirmar que tenemos la enorme responsabilidad de enaltecer el legado histórico de combate de este Batallón y de recordar diariamente que en suelo malvinense hay sangre de la Batería Bravo que continúa en el combate perpetuo. No tenga dudas que en el caso de que la Patria nos convoque, seremos dignos guerreros artilleros de Infantería de Marina, dispuestos a cumplir nuestro juramento de defender la bandera hasta perder la vida”.
A continuación, el Capellán Castrense José Luis Toya pronunció una invocación religiosa; y acto seguido el trompa ejecutó un toque de silencio. Para concluir, se entonó la Marcha de Malvinas.
Gaceta Marinera