– Instalar y hacer revisar periódicamente los artefactos por un gasista matriculado.
– Verificar que la llama de los artefactos sea siempre azul. Si su tonalidad es anaranjada, los artefactos funcionan en forma defectuosa.
– Asegurar la ventilación permanente de los ambientes (a través de rejillas compensadoras reglamentarias).
– Los conductos de ventilación de un artefacto no deben tener ningún tipo de angostamiento, escalonamiento o acople en su recorrido hacia el exterior, ya que cualquier tipo de obstrucción generará que los gases quemados se acumulen en el interior de la vivienda.
– Si se realizan obras de remodelación de la vivienda, no se debe modificar ni restringir la ventilación de los artefactos instalados.
– No está permitido el uso de caños corrugados para la ventilación de los artefactos de combustión, ya que evacúan un 30 por ciento menos que el caño liso.
– No colocar artefactos a gas en baños o dormitorios (excepto que sean de tiro balanceado).
– No utilizar hornallas y hornos de la cocina para calefaccionar el ambiente. Los artefactos deben ser utilizados solo para lo que fueron diseñados.
– Asegurarse que la llave de paso de la cocina se encuentre a un lado del artefacto y al alcance de la mano, a fin de poder cerrar la salida de gas de manera ágil.
¿Qué hacer frente a un caso de intoxicación?
Ante la sospecha de intoxicación por monóxido de carbono, se recomienda retirar a los afectados del ambiente contaminado hasta un lugar donde puedan respirar aire limpio y fresco, además de llamar a la ambulancia de inmediato. Si es posible, procurar abrir puertas y ventanas, así como apagar la fuente emisora de monóxido de carbono.