Crítica a la ordenanza de la caca y la perrera

Ex Juez de Faltas de Bahía Blanca evaluó la ordenanza puntaltense sobre las multas por no juntar el excremento de mascotas

Ricardo Germani expuso sus reparos con lo que se aprobó días atrás en el Concejo Deliberante rosaleño. «No parece muy serio que un Estado municipal invierta recursos cuando hay cosas más graves», afirmó.

La Ordenanza Nº 3.381 que regula la «tenencia responsable de mascotas» en el partido de Coronel Rosales se modificó días atrás y, entre los cambios más importantes, resalta el hecho de que se aplicarán multas a quienes no retiren de la vía pública el excremento de sus mascotas.

A propósito, el exjuez de Faltas bahiense, Ricardo Germani, expresó su pensamiento en esta misma dirección, apelando a lo que fue su experiencia mientras ejerció dicha labor durante varios años y planteó un escenario poco optimista con su aplicación.

«Adhiero a la imposibilidad de hacer algo concreto respecto de la ordenanza, pero hay vericuetos para hacerla efectiva. Respecto a las mordeduras es lo más manejable porque hay un denunciante que identifica al perro, el lugar de dónde sale y quiénes lo pasean. Se hace un estudio de salud del perro para saber si está enfermo e interviene el municipio que procede de oficio antes que el Juzgado de Faltas», resaltó Germani, en LA BRÚJULA 24.

Y añadió en el programa «Bahía Hoy»: «En el punto débil, me parece lamentablemente que los vecinos de Punta Alta van a pasar por las mismas zozobras que pasamos los bahienses. El Estado municipal no se puede hacer cargo de lo que hagan los paseadores o propietarios. El dueño, cuando es conocido y está identificado por los vecinos responde que no puede hacerse responsable de lo que haga su animal cuando este no está en su casa».

«Muchas veces también apela al hecho de decir que es un animal al que le da de comer circunstancialmente junto a otros vecinos», recalcó. Cabe mencionar que minutos antes, Liliana Taboada, concejal de la UCR, había teorizado que «es un cambio cultural, algo que fue pedido por los propios habitantes».

«Si alguien ve que un animalito ensucia en la calle y no se limpia no está configurado en Bahía Blanca como una contravención, aquí nunca se pudo hacer. En lo que respecta a la prohibición de salir a pasear la mascota sin correa ni bozal, más allá de esa distinción antojadiza de animales considerados potencialmente peligrosos, puede ser pasible de ser penalizada», sintetizó el exmagistrado bahiense.

No obstante, consideró que «las personas tienen un sentido de urbanidad suficiente para hacerse cargo de situaciones de esa naturaleza. Ante la negativa, la ordenanza cuenta con el límite de la intimación. Si no hay una colaboración de asunción de responsabilidad cuando se le escapa su animal y pone en riesgo a terceros, las facultades del municipio terminan ahí «.

«Ni siquiera en el Código de la Provincia está previsto un proceso de investigación. Si tenemos una ordenanza como tuvimos en su momento que apunta a controlar y eventualmente reprimir ataques o que el animal se profuga de una casa sin rejas o en la vía pública la persona a cargo de pasear un animal sin bozal, sugiero que vayamos por lo que tenemos», comentó Germani.

Por último, recordó que «si hacemos una ordenanza tan pretenciosa como en 2011 en Bahía Blanca con los chips en el animal para tener la identidad de la persona responsable, se termina agotando porque no hay tantos elementos de control. Tampoco sería muy serio que el Estado municipal invierta exceso de recursos cuando hay otras cosas más graves».

Fuente: La Brújula 24