El presidente de la UIA, Daniel Funes de Rioja, expresó su preocupación por lo que llamó una «ola importadora», destacando la necesidad de garantizar condiciones de competencia equitativas para los productores nacionales.
Funes de Rioja señaló que la eliminación de aranceles y la ampliación de los límites de importación, que ahora pasarán de 1.000 a 3.000 dólares por envío, benefician al consumidor, pero generan desigualdades para la industria argentina, que enfrenta elevados costos tributarios y logísticos.
Según explicó, la presión fiscal y la falta de infraestructura encarecen los productos locales hasta un 50% desde su producción hasta su llegada al mercado.
El ministro de Economía, Luis Caputo, justificó las medidas afirmando que buscan ofrecer precios más competitivos y facilitar el acceso a productos durante las fiestas.
Dijo que en la Argentina “no hay logística, es deficitaria, hay una infraestructura no solo compleja sino también cara, cuestiones de la legislación laboral del siglo XIX, y hay por otro lado, no nos engañemos, una batalla entre posiciones muy claras respecto a esto, porque nadie habla de proteccionismo, sino de defensa de la industria propia”.
Sin embargo, Funes de Rioja reiteró que no se trata de evitar que los consumidores accedan a precios más bajos, sino de equilibrar el terreno de juego para que las empresas argentinas puedan competir en igualdad de condiciones con industrias extranjeras, como las de China.
El líder industrial también destacó que la recuperación económica anunciada por el Gobierno aún no ha tenido impacto en el sector de las pequeñas y medianas empresas ni en el consumo masivo.
Por último, el titular de la UIA hizo un llamado a corregir las distorsiones fiscales y macroeconómicas para generar una reactivación tangible en el sector productivo.
Fuente: InfoGEI