Argentina lideró este avance regional al convertirse en el país más pacífico de Sudamérica, ocupando el puesto 46 a nivel mundial. Mejoró su puntaje un 3,8% respecto al año anterior, destacándose por la reducción de protestas violentas, homicidios y percepción de criminalidad, en un contexto de ajustes económicos sin estallidos sociales bajo el gobierno de Javier Milei. El único indicador que mostró retroceso fue su aporte a las operaciones de paz de la ONU.
Uruguay se ubicó segundo en la región (48° global), seguido por Chile (62°) y Paraguay (75°). Perú, con un avance del 4,4%, fue el país que más progresó, gracias a una disminución en los conflictos internos y a mejoras institucionales. Por otro lado, Colombia (140°) y Venezuela (139°) fueron los menos pacíficos de la región, con alzas preocupantes en homicidios, desplazamientos forzados y violencia interna.
A nivel global, Islandia mantuvo su posición como el país más pacífico por decimoséptimo año, mientras que Rusia cayó al último puesto, por debajo de Afganistán, debido a su implicación en conflictos y al aumento de la violencia interna. En total, 97 países son menos pacíficos que en 2008 y actualmente hay 59 conflictos estatales activos, la cifra más alta desde la Segunda Guerra Mundial.
El informe advierte que, sin inversiones sostenidas en justicia y cohesión social, los avances como los registrados en América del Sur podrían ser reversibles. En un mundo donde la paz estructural está en retroceso, América Latina ofrece señales alentadoras, pero frágiles, en medio de una tendencia global preocupante.
Fuente: La Nación