Según pudo saber la redacción de LA BRÚJULA 24, todo comenzó a la mañana cuando la víctima del delito, una mujer de 85 años, se dirigió a una sucursal de la Cooperativa Obrera para realizar una compra.
Para afrontar el pago la mujer le entregó a la cajera su tarjeta de débito MasterCard del Banco Citi, pero la empleada se la devolvió sin hacer la extracción alegando que el plástico estaba inhabilitado.
Según la denuncia, la señora regresó a su domicilio y, desde la línea telefónica fija, llamo a “la sucursal del banco con sede en Miami”, en virtud de que le habían informado previamente que su cuenta “había sido transferida” a una sucursal del Citi situada en esa ciudad estadounidense.
Una “telefonista”, le contó la mujer a la policía, le dijo que debía pedir hablar con “Douglas Vázquez”, quien estaba ocupado en ese momento.
Luego de algunos minutos la denunciante contactó al “empleado” en cuestión.
“Me informó que por una maniobra del ex-presidente Trump los dólares no iban a valer nada, por lo que debía dirigirme inmediatamente a cambiar los dólares en el Banco Nación, que iban a enviar un vehículo del banco con un chofer del área de seguridad, junto con el contador de apellido González, para trasladarme hasta la sucursal”, testimonió la señora.
La damnificada tomó una cartera y allí colocó las llaves de su domicilio, un teléfono celular, entre 4.000 y 5.000 dólares y 500 euros.
Alrededor de las 13:30hs., se presentó en el domicilio de la mujer, situada en pleno centro de la ciudad, un vehículo de color blanco cuatro puertas ocupado por dos hombres.
Los “empleados bancarios” le dijeron a la mujer que para hacer el depósito debía presentar en el banco copia de su DNI, ofreciéndole llevarla a un quiosco de Chiclana al 400 para obtener las fotocopias.
En el momento de mayor fragilidad ante el accionar delictivo, la mujer ingresó en el quiosco no sin antes dejar la cartera con todas sus pertenencias en el coche. Al volver sobre sus pasos, los delincuentes se habían marchado con el auto y el botín.
La cartera con el celular y otras pertenencias fueron recuperadas horas después, pero nada se sabe del dinero ni de los autores de la maniobra ilícita.
Según los describió al exponer lo ocurrido, los ladrones son robustos, de cutis y cabellos oscuros.
Como si se tratara de una ironía del destino la damnificada pudo describir someramente a uno de los delincuentes que, para evitar contagios de Covid-19, usaba un barbijo negro que le tapaba el mentón y la nariz.