Un equipo de paleontólogos argentinos descubrió uno de los dinosaurios herbívoros de cuello largo más grandes del mundo, que vivió en la Patagonia a fines del Cretácico Superior junto a depredadores, peces y tortugas marinas.
El hallazgo, que se dará a conocer hoy, tuvo lugar en 2018, cuando una expedición se topó con huesos de un tamaño y peso descomunal en la Reserva Natural Pueblo Blanco, en la provincia de Río Negro, y descubrió que se trataba de una especie nueva del grupo de los saurópodos colososaurios, que significa saurios colosales.
El dinosaurio, uno de los más grandes conocidos y el de mayor tamaño hallado en Río Negro, fue llamado Chucarosaurus diripienda, medía cerca de 30 metros de longitud y pesaba unas 50 toneladas, magnitudes que lo hacían rivalizar con el Patagotitan mayorum, actualmente el más grande del mundo, también de la Patagonia.
“Es llamativo el tamaño de este animal. El hueso del fémur, que es el que articula la cadera con el pie, mide más de 1,90 de alto”, dijo a Reuters Matías Motta, paleontólogo del Museo Argentino de Ciencias Naturales e investigador del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet).
Motta contó que hallaron elementos del miembro anterior, del miembro posterior y de la cadera, que hacen pensar que el Chucarosaurus era más grácil y esbelto que otros gigantes.
“El Chucarosaurus, si bien no es el más grande del mundo, compite con éstos como el Patagotitan en cuanto a su tamaño corporal y al peso que tenía”, dijo Motta y agregó que los colososaurios son particulares de Argentina y el Hemisferio Sur.
La Patagonia es conocida por tener los dinosaurios herbívoros de mayor tamaño, que crecían rápidamente y nunca dejaban de aumentar de tamaño a lo largo de su vida, aunque aún se desconoce a qué se debe este inusual gigantismo.
Cómo nombraron a esta especie encontrada
Los investigadores nombraron a la especie “Chucarosaurus diripienda” debido a que el peso de los huesos del dinosaurio hizo que la camioneta que los trasladaba al laboratorio del museo en Buenos Aires se desbalanceara y volcara. Ningún paleontólogo salió herido y los restos quedaron intactos.
“Chucarosaurus diripienda significa dinosaurio duro revuelto. Revuelto porque se revolvió todo lógicamente en el accidente y sobrevivió”, dijo a Reuters Nicolás Chimento, paleontólogo del Museo Argentino de Ciencias Naturales e investigador del Conicet.
“No lo podíamos levantar. El hueso más largo que tiene el cuerpo de un vertebrado terrestre, que es el fémur, estaba dividido en tres y cada parte no la podíamos levantar ni una persona ni dos, teníamos que levantarla entre tres”, agregó y contó que cada hueso pesaba más de 100 kilos.
Tanto Motta como Chimento describieron a Argentina como el “paraíso” de la paleontología, ya que en el país se han descubierto unas 140 especies válidas de dinosaurios, ubicándola entre las tres principales naciones en cuanto a conocimiento y descubrimientos, junto a China y a Estados Unidos.
“En Patagonia tenemos poca vegetación, rocas de edad justa y por último también tenemos una gran cantidad de escuela paleontológica”, dijo Motta.
La investigación, que se publicó en febrero en la revista Cretaceous Research, fue realizada por investigadores del Museo de Ciencias Naturales “Bernardino Rivadavia”, del Museo y Laboratorio de dinosaurios de la Universidad de Cuyo, del Museo Patagónico de Ciencias Naturales, de Fundación Azara y de CONICET, con el apoyo de National Geographic Society.
Fuente: Ámbito