En el Día de la Obstetricia y la Embarazada, profesionales de la especialidad repasaron los controles médicos que deben realizarse durante todo el embarazo para detectar patologías prenatales y evitar complicaciones, al tiempo que hicieron hincapié en la importancia del acceso a estos estudios así como a un acompañamiento centrado en la gestante y respetuoso de sus deseos y necesidades.
En primer lugar, es necesario determinar si se trata de un «embarazo de alto riesgo», caracterizado por una mayor probabilidad de problemas de salud antes, durante o después del parto, tanto para la persona gestante como para el bebé, ya que una identificación precoz de esta condición permitirá implementar a tiempo los controles y tratamientos indicados, coincidieron los especialistas.
«Hay factores de riesgo que están presentes desde antes de la gestación y otros aparecen o se desarrollan en el transcurso del embarazo», dijo a la Jefa de la Sección de Alto Riesgo y Embarazo del Hospital Santojanni, Lorena Claus
La edad materna, condiciones socioeconómicas, hábitos tóxicos, enfermedades frecuentes como la obesidad, la diabetes y la hipertensión, o antecedentes de partos prematuros, muerte intrauterina o cesáreas, son algunos de los motivos por los cuales un embarazo se puede tornar de alto riesgo.
«Categorizado el embarazo según lo explicado anteriormente, es indispensable un control clínico de la mujer que implica cuatro vectores: la presión arterial y el peso materno; la altura uterina que se mide a partir de la semana 20 y que se chequea a lo largo de todo el proceso; y, también, la valoración de vitalidad fetal», agregó esta médica ginecóloga y obstetra
La especialista explicó que la primera ecografía del embarazo es la que mide la edad gestacional.
«Una vez que calculamos este dato, necesitamos una ecografía en la semana 7 u 8 para valorar si está bien formado el embrión; luego se pide un estudio entre la semana 11 a 14 para la detección de los problemas cromosómicos», agrega Claus.
La medición de translucencia nucal o TN es un cúmulo de líquido en la zona cervical y dorsal posterior del feto que es observable antes de las 14 semanas y que posteriormente tiende a desaparecer.
Se ha comprobado que la mayoría de los fetos con alteraciones cromosómicas como el síndrome de Down y un número significativo de los portadores de malformaciones graves cardíacas, tienden a acumular más líquido en esta región nucal.
El bioingeniero Alfredo Ludueña, especialista de Centro de Servicios Hospitalarios, continúa explicando que «a partir de la semana 20, se recomienda hacer la ecografía morfológica» dado que con ella no sólo se podrá «tomar las medidas del feto» sino que también «podrá realizarse un examen detallado de toda su morfología órgano por órgano».
Claus marca el ritmo que deben llevar los controles: hasta la semana 24 son mensuales, a partir de ahí es cada 3 semanas hasta la semana 34 donde se incrementa a cada 2 semanas y desde la 36 se relevan datos todas las semanas hasta el fin del embarazo.
También dijeron que es importante considerar que en todos los puntos del país es necesario que las mujeres tengan acceso no solo a un parto respetado, sino también a la atención previa de estas 42 semanas.
«El embarazo y en particular el nacimiento son situaciones de vulnerabilidad para la paciente, por lo cual poder desarrollar relaciones de confianza es el desafío y compromiso diario que asumimos como equipo» explica la obstetra Lucía Vázquez, Subjefa del Servicio de Obstetricia del Hospital Italiano.
«Las familias y las personas gestantes necesitan contención, poder sacarse dudas, hablar de lo que les pasa, de sus emociones», explicó Fernanda Lage, autora del libro Preguntas de la Embarazada del hospital ediciones, editorial del Instituto Universitario Hospital Italiano de Buenos Aires (IUHIBA) y médica del Servicio de Obstetricia del Hospital italiano.
Cada 31 de agosto se celebra el Día Internacional de la Obstetricia y la Embarazada porque un día como éste, pero del año 1240 falleció San Ramón Nonato, religioso español y patrono católico de las obstétricas, parturientas y embarazadas. Cuenta la historia que San Ramón fue extraído del útero de su madre por cesárea después de que ella hubiera fallecido.
Fuente: Télam