La Pachamama (Madre Tierra, en quechua) es una deidad venerada por ser generadora de la vida, símbolo de fecundidad por su capacidad para producir y proteger plantas, animales, alimentos y otros medios de subsistencia del ser humano.
La «corpachada», como es llamada la ceremonia de alimentar a la Pachamama, es un ritual consagratorio. En un pozo, que representa la boca de la Madre Tierra, se entregan las ofrendas, acompañadas de agradecimientos, rezos y pedidos para todo el año.
Desde el primer día de agosto, en toda la provincia se comienza a percibir el aroma a sahumerios e incienso, celebrando la vida, sahumando y limpiando de energías negativas.
La Quebrada de Humahuaca es, sin duda, un escenario donde se puede vivenciar con gusto esta tradición.
También se destacó que en San Francisco, distante a unos 45 kilómetros de Libertador General San Martín, donde se erige el monumento a la Pachamama, antes que amanezca, comenzarán las honras. A las 6.30 al pie del monumento, las autoridades municipales y vecinos se reunirán para desenterrar el fuego, y a las 7 se abrirá el ritual con oraciones y sahumando a la Madre Tierra. A las 7.30 se dará de comer a las aves del lugar, chilcán y chirgua de maíz, y luego se oirá una salva de bombas convocando a la comunidad a sumarse a las honras.
Para las 8 se previó la apertura del paseo artesanal, y desde las 10 comenzarán los ritos ancestrales. Desde las 11.30 se dará de comer a la Pacha agradeciendo la producción agrícola y ganadera del año.
Fuente:El Tribuno de Jujuy