El Día Internacional del Orgullo LGBTQ se celebra todos los años, desde 1970, en memoria de lo ocurrido un 28 de junio de 1969, en un famoso pub de Nueva York (Estados Unidos), que abrió el camino para el surgimiento de movimientos reivindicativos y de liberación homosexual.
Ocurrió una madrugada en Stonewall Inn, uno de pocos bares de Nueva York que le abría sus puertas a personas pertenecientes al colectivo LGBT, cuando la policía tomó por asalto el lugar. Este sería el puntapié de una lucha de este grupo social contra la discriminación y la humillación que, hasta el día de hoy, sigue vigente.
Ubicado en el barrio de Greenwich Village, Stonewall Inn era un bar donde se les permitía la entrada a los clientes, ya fueran homosexuales, transexuales o drag queens. Estos podían bailar y expresarse libremente, refugiándose de las autoridades, sin tener que preocuparse de ser acosados por extraños o por la propia policía.
Aquella noche del 28 de junio, un cuerpo de policías tomó el pub con una orden de registro, encontraron alcohol de contrabando y comenzaron a maltratar a los clientes. También arrestaron a 13 personas, por no cumplir con las leyes de vestimenta que imponía el Estado.
Cansados del acoso social, los clientes se resistieron en la puerta del bar.
Los famosos disturbios de Stonewall Inn lograron convertirse en un símbolo de resistencia ante la discriminación social y política, razón por la cual se festeja el Día Internacional del Orgullo LGBT, reivindicando los nombres de activistas como Sylvia Rivera y Marsha P.Johnson.
Teniendo en cuenta la noción de orgullo como “amor propio”, “la estima por lo que uno es”, o bien, “el sentimiento de satisfacción con uno mismo”, en aquel entonces era difícil sobrevivir y vivir la propia identidad en una sociedad plagada de prejuicios en torno a la diversidad sexual.
En los Estados Unidos, se consideraba ilegal toda demostración pública de afecto como darse la mano, besar o bailar con una persona del mismo sexo. Pero esa noche, la violencia llegó a su punto máximo cuando uno de los agentes golpeó a una chica para meterla dentro de la patrulla.
La multitud se rebeló contra la represión y los policías tuvieron que refugiarse dentro del bar a la espera de refuerzos. El disturbio de Stonewall daría comienzo a revueltas que se extendieron durante los siguientes seis días, despertando la lucha de la comunidad LGBT, no solo en Estados Unidos sino en todo el mundo.
Si bien han pasado 51 años desde aquel suceso, y se ha avanzado en el reconocimiento de los derechos del colectivo, aún existen leyes que penalizan las prácticas homosexuales en varios países del mundo. La lucha se mantiene vigente hasta el día de hoy, con marchas del orgullo que adhieren a una sociedad más justa para todas las personas sin importar su orientación sexual o su identidad de género.
Fuente: La 100