El exvicepresidente explicó en redes sociales: “Argentina tiene un desfasaje entre la hora oficial (-3) y el huso horario que realmente nos corresponde (-4) y esto provoca varios inconvenientes. Por eso presenté un proyecto para modificar el horario oficial en todo el territorio nacional y llevarlo al huso horario correcto”.
Y añadió: “Argentina se encuentra casi en su totalidad dentro del huso horario de 4 horas al Oeste de Greenwich, solamente la zona cordillerana ingresa en el Huso -5; sin embargo, usamos la hora del Huso -3. Además, parte de Brasil, Paraguay, Bolivia, Venezuela y Chile hoy están en el Huso -4”.
“La educación es uno de los principales sectores damnificados en el desfasaje entre la hora solar y la hora oficial. La gran mayoría de los alumnos en Argentina comienzan su jornada en plena oscuridad, produciéndose un efecto negativo en su desempeño escolar. Actualmente en Mendoza, la hora reloj de inicio de las actividades escolares es a las 8 de la mañana, pero en realidad corresponde a las 6:30 de la hora solar”, indicó.
La palabra de un experto del Conicet
Diego Golombek, doctor en Ciencias Biológicas, divulgador científico y especialista en cronobiología, consultado por Infobae explicó que “no tenemos el horario que corresponde a la salida puesta del sol y al mediodía”. “Esto es por una serie de equívocos que se han dado a lo largo de la historia y nos quedamos plantados en un huso horario que no nos corresponde”, precisó. “Esto es en particular grave para las provincias que están más hacia el oeste, las provincias cordilleranas, porque están mucho más desfasadas con respecto a su horario natural”, dijo Golombek.
Para el investigador, “sería lógico una discusión racional y con evidencia de cuál es el huso horario que nos corresponde, que de acuerdo a la geografía tendría que ser el -4, o sea, cuatro horas al oeste de Greenwich. Esto implicaría aprovechar mucho mejor la luz solar durante la mañana en todo el año, lo cual beneficia a muchas funciones del cuerpo. Sincroniza el reloj biológico, mejora la alerta y el estado de ánimo”.
“Obviamente hay una frazada corta. Si uno agrega horas de luz durante la mañana, quita un poco de luminosidad durante la tarde o durante la noche. Esto biológicamente tiene sentido. Y además, el argumento de que el horario que tenemos ahora nos permite ahorrar energía ya no es más válido. Hay varios cálculos, incluyendo los cálculos de la doctora Andrea Pattini, de la Universidad Nacional de Cuyo, que no hay un ahorro energético”, afirmó el experto.
Fuente: Página 12