Es que el pasado miércoles, los hermanitos realizaron un hallazgo paleontológico increíble: restos de un gliptodonte (pertenecientes a la especie Plohophorus figuratus), en la arena. Junto a su padre Martín Aceña, de inmediato dieron aviso Museo Municipal de Ciencias Naturales Lorenzo Scaglia, que concurrió para participar del rescate del ejemplar descubierto.
El personal del Laboratorio de Paleontología dio inicio a los trabajos de rescate -junto a estudiantes de la Tecnicatura Superior en Paleontología de Miramar- tras los cuales se encontró parte de la cola del ejemplar. Además, entre las piezas recuperadas hay un tubo caudal, vértebras, anillos caudales y algunas placas del caparazón dorsal.
Los paleontólogos del Museo Scaglia informaron que los tubos caudales de estos acorazados prehistóricos “se encuentran entre las piezas más bellas de los gliptodontes, que pueden mostrar distintos patrones ornamentales (como animal print), que para el caso de Plohophorus, destacan las rosetas compuestas por figuras grandes bien redondeadas rodeadas de figuras más pequeñas poligonales”.
Además, consignaron que “estos anillos permitían a los gliptodontes darle movilidad a su cola, y así manipular su mazo medieval para defenderse”. Es la primera vez que se suman a la colección de Paleontología del Museo Scaglia restos de los anillos caudales de esta especie de Gliptodonte. “Generalmente la comunidad cree que los hallazgos contemplan encontrar la estructura completa del esqueleto del ejemplar, cuando en realidad se trata de partes o secciones del mismo”, indicaron los expertos y añadieron que “encontrar un esqueleto completo de cualquier animal es sumamente improbable y por lo general entre uno y otro hallazgo vamos completando un rompecabezas”.
Los trabajos de rescate se realizaron en condiciones extremas que generó la pleamar, con acantilados por encima de los 25 metros de altura que en su base poseen una pequeña plataforma de abrasión, donde el equipo de paleontología del Museo hizo base para trabajar.
Descubrimientos costeros
Justo hace un mes, Emilia, una niña de 9 años, encontró los restos de dos gliptodontes de entre 2,5 y 3 millones de años de antigüedad mientras caminaba junto a su familia por las playas de la localidad bonaerense de Chapadmalal. Luego del hallazgo, sus padres dieron aviso a los profesionales del Museo Municipal de Ciencias Naturales Lorenzo Scaglia, quienes este viernes confirmaron la noticia a través de un comunicado.
Los géneros de gliptodonte encontrados serían, hasta el momento, Eosclerocalyptus y Eleutherocercus. El primero es de una escala pequeña, con una masa corporal de 450 kilogramos mientras que el segundo triplica su peso (1.500 kilogramos), según explicaron voceros de la Municipalidad de General Pueyrredón a la agencia EFE. Además, se encontraron una gran cantidad de restos de roedores dispersos en el lugar, “que son muy buenos indicadores de la edad de los depósitos y los ambientes que había en el pasado”.
“Emilia encontró unos huesos que le llamaron la atención. Los padres rápidamente se comunicaron con nosotros, nos enviaron fotos y, una vez que pudimos ver los restos óseos, fuimos hasta la playa. Cuando llegamos, solo teníamos un gliptodonte para sacar porque era lo que se había visto inicialmente. Pero como la marea había bajado mucho y se había retirado un poco de la arena, se pudo observar desde la base del acantilado. En el mismo lugar, desplazado unos 10 metros hacia el mar, avistamos otra coraza de gliptodonte”, contó en diálogo con TN Matías Taglioretti, paleontólogo del museo.
Para este segmento de tiempo en particular, entre 3 y 2,5 millones de años, los investigadores no tenían muchos registros fósiles, así que estos nuevos materiales vienen a llenar un “pequeño vacío” en el conocimiento de estas formidables bestias prehistóricas, que son semejantes a un armadillo terrestre gigante y que están emparentadas con la mulita, el peludo y el tatú carreta actual. “Son descubrimientos muy importantes para poder entender la evolución de este gran grupo de mamíferos prehistóricos. Los nuevos descubrimientos son animales más antiguos que los que se encuentran generalmente en la provincia de Buenos Aires”, detalló el especialista.
Si bien hallar restos de gliptodontes es frecuente en estos tiempos, los que se recuperaron en los acantilados sur de la localidad de Mar del Plata son “únicos” porque muestran los gliptodontes del período Plioceno (5,33 a 2,58 millones de años atrás) que son muy raros en otros yacimientos.
En la actualidad, Mar del Plata y las zonas adyacentes cuentan con los yacimientos paleontológicos más representativos del Cenozoico Superior de toda Sudamérica.
Fuente: diario Infobae