Sin embargo, el conocimiento generalizado no implica una visión uniforme sobre el tema. Aquí es donde la teoría del framing entra en juego: aunque los medios de comunicación pueden definir la agenda y dirigir la atención hacia ciertos eventos, no necesariamente moldean las percepciones de la población de manera uniforme. En el caso de Fernández, las opiniones están divididas y reflejan una diversidad de interpretaciones y reacciones.
Por ejemplo, el 57% de la población considera que el ex presidente debería ser juzgado por violencia, lo que muestra una fuerte condena de sus acciones. Sin embargo, menos del 30% de las personas creen que todo esto es una operación política dirigida contra el peronismo, lo que indica una minoría que ve el escándalo desde una perspectiva más conspirativa. Al mismo tiempo, un 60% piensa que el gobierno está utilizando este escándalo como una cortina de humo para distraer a la sociedad de la crisis económica, una percepción que revela el escepticismo sobre las intenciones del gobierno en el manejo de la situación.
El escándalo también ha revitalizado el discurso sobre la violencia de género, un tema que ha sido central en la agenda pública de Argentina en los últimos años. Un 48% de los encuestados cree que siempre se debe dar crédito a las víctimas de violencia de género, y un 63% considera que la línea 144, que brinda asistencia a las víctimas, es una herramienta efectiva. Esto refleja un fuerte apoyo al movimiento feminista, aunque un 58% también cree que el gobierno está utilizando el caso para atacar al feminismo, lo que sugiere la existencia de una percepción de manipulación política.
Rosario de temas que preocupan
A pesar de la gran atención que ha recibido el escándalo, la agenda pública no se limita a este único tema. De hecho, en un ranking de preocupaciones sociales, el escándalo de Fernández ocupa el décimo lugar, lo que significa que otros problemas siguen siendo prioritarios para la sociedad. Esto es consistente con la idea de que múltiples temas pueden coexistir en la agenda pública sin que uno necesariamente oculte a los demás.
Llamado de atención
El escándalo mencionado recién aparece en el puesto número 10. Eso de ninguna manera le quita gravedad al hecho. Pero si demuestra que cualquier intento de tapar otros temas o problemas frente a este escándalo tiene efectos limitados. Y eso debería ser materia de reflexión tanto para el oficialismo como para el peronismo que hoy sufre, sin duda alguna, las esquirlas de un caso de violencia que debe ser condenado con todas las letras.
Mensaje al peronismo
Por último, el impacto político del escándalo no se ha pasado por alto. Un 76% de la sociedad cree que el peronismo debe renovarse y expulsar a los miembros que se involucran en actos de violencia. Esta cifra indica una demanda clara y urgente de cambio dentro del principal partido de oposición, sugiriendo que ignorar esta demanda podría ser políticamente peligroso para el futuro del peronismo.
Fuente: InfoGEI