La edad promedio de quienes viven una mayor cantidad de estas situaciones es 15 años, pero también se registraron padecimientos de esta violencia hasta a los 5 años, la menor edad observada.
Entre las modalidades de acoso callejero que se identificaron, se destacaron el 83% de silbidos, comentarios sobre la apariencia o bocinazos, el 65% de comentarios irrespetuosos por género, el 58% de insultos y gestos vulgares y el 56% de comentarios sexualmente explícitos. Además, el 47% fue seguida y el 36% fue acorralada. Las violencias fueron aún más pronunciadas para el 32% que les mostraron los genitales, el 25% que recibió comentarios homo, lesbo o trans odiantes y el 21% de las personas que sufrieron ataques físicos.
El informe también menciona las estrategias que emplearon las entrevistadas ante este tipo de violencias, siendo la principal medida evitar lugares oscuros con poca circulación de gente, con el 92% respondiendo así. El 88% prefiere ir acompañada de un hombre y el 81% de una mujer, mientras que el 87% cruza la calle. Además, el 74% evita el contacto visual, el 65% toma rutas alternativas, el 58% usa ropa que no llame la atención, el 17% practica deportes de defensa personal, el 14% lleva armas y el 12% se mudó de barrio.
El acoso callejero es considerado una forma de violencia de género y está contemplado en la Ley Nacional N° 27.501. Los resultados de la encuesta de Mumalá destacan la urgencia de implementar políticas públicas y programas de prevención y sanción efectiva para erradicar el acoso callejero y promover el respeto hacia las mujeres y disidencias en espacios públicos.
Fuente: Télam