El asesino de Guerra dijo que es inocente

Aseguró que es inocente y que no tiene nada que ver con el caso, pero las pruebas contra él son contundentes.

Al declarar ante el Fiscal Jorge Viego intentó desvincularse del crimen del remisero Diego Guerra, cometido a principios de julio en Punta Alta, Daniel Alexis Blanco, alias “El Liso”, detenido el sábado pasado, en horas de la tarde, en un operativo de la DDI realizado en la vecina ciudad.

Blanco, de 28 años, fue arrestado durante un allanamiento que se llevó a cabo en Saavedra al 400, el mismo lugar donde se habían secuestrado teléfonos celulares y otros elementos de interés para el caso en un procedimiento policial efectuado poco después del homicidio.

El acusado, según señalaron voceros de la investigación, “sería el nexo entre Guerra y otra persona para la adquisición de un vehículo”, por lo que el detenido no solo tenía relación de conocimiento con la víctima sino que además sabía que disponía de la suma de dinero para efectuar la transacción.

“Se recolectaron varios testimonios a lo largo de la investigación que daban cuenta que, los días previos al homicidio, Blanco pidió plata porque no tenía y, luego del crimen, se lo vio contando y ofreciendo dinero. De los teléfonos secuestrados también surgen conversaciones que corroboran esa circunstancia”, agregaron.

Sin embargo, al comparecer en sede judicial Blanco aseguró que los que declararon en su contra mienten y puntualizó que no sabe por qué lo hicieron.

Lo cierto es que las pruebas contra el imputado que constan en el expediente son por demás importantes.

Algunas de ellas surgen de las pericias a los teléfonos celulares; otras, de los registros fílmicos que lo sitúan horas antes del asesinato cerca de la casa de la víctima.

Además, hay una declaración de un amigo que asegura que en un asado, Blanco quemó ropa diciendo que era una campera vieja. La sospecha es que esa prenda de vestir podría tener manchas hemáticas del remisero asesinado.

No están claras las razones que motivaron el ensañamiento, pero se cree que el detenido robó esos 30.000 pesos que Guerra guardaba en su casa para comprar un auto en desuso y así usar sus partes como repuesto.

Fuente: La Brújula