Adoptó la decisión en el marco de su tradicional reunión de Directorio de los jueves, conminado por la aceleración que muestra la inflación y por las turbulencias que vuelven a afectar al mercado. Es que, al elevarse otra vez la brecha cambiaria, se desalienta la liquidación de divisas por la plaza oficial aún a “precios diferenciales”, lo que suma más presión sobre su tenencia de reservas en momentos en que ya es extremadamente frágil.
La suba dispuesta queda por debajo de las expectativas de mercado (se esperaba un reacomodamiento al alza de 400 a 500 puntos) toda vez que supone una tasa efectiva mensual del 6,75% que se mantiene rezagada respecto de tanto de la inflación general (7,7%) como la núcleo (7,2%) registrada en marzo.
Desde el ente monetario recuerdan que el nuevo nivel supone un rendimiento efectivo anual para este tipo de colocaciones (es decir, si el depósito se renueva mes a mes ante cada vencimiento y al capital invertido se van agregando los intereses percibidos) del 118%, en momentos en que los pronósticos, según el último Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), es que la inflación en todo el año se ubique entre el 108,5 y 110% anual.
Fuente: La Nación