Dicha actividad de instrucción, con la que culmina el adiestramiento en técnicas del plan anual operativo, fue llevada a cabo en el terreno por los diferentes subsistemas del equipo de artillería del BIAC mediante la instalación de tres piezas de artillería de la Batería Charlie, compuesta por obuses medianos de 155 milímetros.
Las mismas fueron las protagonistas de diversas misiones simuladas que se iniciaron con el fijado de blancos y los trabajos de relevamiento topográfico, para luego dar lugar al alistamiento y despliegue de medios.
Una vez establecido el dispositivo inicial, se ejecutaron distintas misiones de fuego efectivo para cumplimentar tiros de registro, de zona, de barrera y cortina fumígena, guiados por los observadores adelantados del Batallón.
El ejercicio, apoyado por los Batallones de Comunicaciones y de Vehículos Anfibios, contó con la verificación de los procedimientos por parte de personal del Servicio de Análisis Operativo, Armas y Guerra Electrónica (SIAG).
El Jefe de la Batería Charlie, Teniente de Navío Luciano Nicolás Díaz, explicó la importancia de esta etapa que “permite realizar la evaluación de los procedimientos y las técnicas tanto en el arma como en el tiro. Todos los datos se registran en el Centro de Dirección de Fuego, para luego ser analizados y evaluados”.
Además, destacó que “esta instancia de adiestramiento es fundamental para ajustar la interoperabilidad entre los diferentes subsistemas del equipo de artillería, y poder continuar en el segundo semestre con etapas de mayor complejidad que involucran a otros batallones y misiones con mayores dificultades”.
Para finalizar, el Teniente Díaz destacó que “el adiestramiento tuvo muy buenos resultados. Pudimos trabajar con ejercitaciones diurnas y nocturnas, donde la Batería respondió como lo esperábamos, centralizándonos en que la técnica sea la correcta y cumpliendo los objetivos que imponen los procedimientos operativos normales”.
Gaceta Marinera