Los funcionarios confirmaron que ambos billetes serán producidos en el extranjero. “La implementación de un nuevo billete es un proceso extenso, por lo cual optamos por aprovechar un proceso que ya estaba en curso desde la gestión anterior, pues de lo contrario no habríamos cumplido con los plazos necesarios”, destacaron. La llegada de los nuevos billetes está destinada a satisfacer la demanda estacional, especialmente durante los periodos de pago de aguinaldos y las vacaciones de invierno y verano, momentos en los que la demanda de efectivo alcanza su punto máximo.
Según lo anunciado previamente por el Banco Central, el billete de 10.000 pesos presentará las imágenes de Manuel Belgrano y María Remedios del Valle, heroína de la Guerra de la Independencia, en el anverso. En el reverso, se incluirá una representación artística de la escena de la Jura de la Bandera que tuvo lugar el 27 de febrero de 1812.
Por otro lado, el billete de 20.000 pesos destacará la figura de Juan Bautista Alberdi, inspirador de la Constitución Nacional de 1853, cuyo retrato ocupará el anverso. En el reverso, se representará la casa natal del abogado, diplomático, economista, escritor, filósofo, periodista y político.
Las nuevas denominaciones mantendrán el tamaño de los billetes en circulación y serán impresos en papel de algodón, incorporando los elementos de seguridad tradicionales como marca de agua y hilo de seguridad. Además, se emplearán sistemas de impresión especializados para añadir elementos de seguridad dirigidos principalmente al público en general, así como para facilitar su reconocimiento por máquinas.
En cuanto a la iniciativa de reducir el uso de efectivo, los directores del Banco Central reconocieron que había expectativas en el sistema financiero de que los nuevos billetes tuvieran una denominación aún mayor, con el objetivo de mitigar las inconveniencias asociadas a los pagos en efectivo. “Se ha planteado una teoría de equivalencia con el dólar. Incluso nos han solicitado la emisión de billetes de 100.000 pesos”, comentó Inchauspe.
Es relevante recordar que cuando se introdujo el billete de 500 pesos en junio de 2016, su valor equivalía a 32 dólares. Posteriormente, en noviembre de 2017, se lanzó el billete de 1.000 pesos, conocido como “el hornero”, que en ese momento representaba 56 dólares, basándose en un tipo de cambio único de 17,80 pesos. En mayo de 2023 se introdujo el billete de 2.000 pesos, con un valor de apenas 8 dólares, significativamente más bajo que los ejemplos anteriores. A la tasa de cambio actual, se espera que en mayo se lance un nuevo billete con un poder adquisitivo equivalente a 10 dólares.
Los directores del Banco Central también señalaron que el diseño del esquema de efectivo, junto con las dificultades que enfrenta el público al manejar billetes de baja denominación, puede estimular el uso de medios electrónicos de pago. “Podemos observar el caso de países como India, donde la falta de billetes de alta denominación impulsó un proceso acelerado de digitalización”, explicó Pesce. Agregó que el manejo del efectivo representa el principal costo operativo para los bancos, por lo que se está trabajando en promover la extracción de efectivo en los comercios mediante transferencias y billeteras con códigos QR.
Por otra parte, el Banco Central anunció la implementación de un mecanismo que permitirá a los usuarios retirar dinero en efectivo al realizar compras en establecimientos comerciales mediante transferencias o códigos QR, en un esfuerzo por facilitar el acceso al efectivo y reducir la carga asociada al transporte y seguridad del mismo, especialmente para grandes cadenas comerciales como supermercados y estaciones de servicio.
Además, el Banco Central informó sobre la elevación del monto mínimo obligatorio para retirar efectivo en cajeros automáticos, el cual se incrementó de 15.000 a 40.000 pesos como resultado de un proceso de persuasión llevado a cabo en colaboración con las redes de cajeros automáticos, en lugar de mediante una disposición normativa. Este ajuste se consideró necesario debido a la inflación y las constantes quejas del público en redes sociales.
Fuente: Infobae