“El pescador nos avisó rápidamente y fuimos a buscarla, estaba pescando lenguado en La Fosada, frente a Villa del Mar. La trajimos al centro de rehabilitación y quedó en observación y cuidado. Comenzó a comer, y rápidamente recuperó su buen estado general. Los análisis dieron todos bien así que hicimos la liberación en la zona donde fue encontrada, para que pueda seguir su recorrido”, explicó la guardaparque Lucrecia Díaz, una de las integrantes del Centro.
El ejemplar rescatado es una quelonia midas, una de las especies de tortugas marinas que habitan en el estuario de Bahía Blanca. “A pesar de que son animales tradicionalmente asociados con las aguas cálidas, como el Caribe, acá también hay tortugas marinas. “Hay mucho desconocimiento, la gente no lo sabe, pero aunque no se vean, están ahí, frente al puerto de Bahía Blanca. Esto es un trabajo también social porque queremos que la sociedad sepa que existen y que están amenazadas, sobre todo por la presencia de plásticos en el agua. Es una tarea de generar conciencia para la conservación no sólo de estas especies sino de todo el ecosistema costero y marino regional”, agregó Díaz.
En la liberación estuvieron los voluntarios del Centro de Rescate, amigos, pescadores e interesados en general que vieron las publicaciones en las redes sociales.
El Centro de Rescate de Tortugas Marinas “Quelona” funciona en el marco del Departamento de Biología Bioquímica y Farmacia y es el único habilitado oficialmente en una universidad. Según explicó el veterinario Luciano La Sala, uno de los integrantes, además de la rehabilitación y reintroducción de tortugas marinas en el estuario local, se estudian temas relacionados con el comportamiento, la conservación y la ecología de los entornos donde habitan estas especies.
Para su actividad el centro interactúa con la comunidad de pescadores artesanales de la región, quienes reportan la captura con sus redes; y con localidades costeras, que también informan el avistamiento de tortugas en las playas. Los participantes del ente reciben al animal y se trastada a la UNS, donde se realiza su cuidado y rehabilitación para su posterior reintroducción en su hábitat. Está compuesto por cuatro profesionales y un grupo de voluntarios.
Prensa UNS