Así, en la comparativa anual, la tasa de desocupación ascendió 1,2 p.p., de 5,7% a 6,9%, mientras que en la intertrimestral presentó un descenso de 0,7 p.p. (de 7,6% a 6,9%).
También al comparar con la medición trimestral anterior, en la población desocupada se observó un aumento relativo de quienes tienen un nivel educativo superior y universitario completo, de 8,4% a 12,3% (3,9 p.p.).
En cuanto al cotejo con 2023, se destaca el aumento en la desocupación del grupo de mujeres de hasta 29 años de 1,1 p.p. (23,7% a 24,8%). Por su parte, esta tasa en la población de varones de esa misma edad registró un descenso de 2,5 p.p. (28,8% a 26,3%).
En tanto, la tasa de subocupación resultó del 11,4%, mientras que los otros ocupados demandantes y los otros ocupados no demandantes disponibles alcanzaron, en conjunto, el 11,9%.
“Consecuentemente, la presión sobre el mercado laboral, conformada por el universo de desocupados, subocupados, ocupados demandantes y ocupados no demandantes disponibles, alcanzó el 30,2%”, informó el organismo.
Dentro de la población ocupada (45%) se destacó que del 73,1% de los asalariados, el 36,7% no cuenta con descuento jubilatorio. Por otra parte, el 23,3% trabajan por cuenta propia, el 3,3% son patrones y el 0,3% son trabajadores familiares sin remuneración.
Al analizar la población ocupada por nivel educativo, más de la mitad de las personas ocupadas (58,5%) cuenta con hasta secundario completo, mientras que el 41,5% posee estudio superior y universitario (completo o incompleto). Asimismo, en lo que respecta a la calificación de la ocupación principal, el 53,8% corresponde a un empleo operativo; el 18,0% a calificación técnica; el 16,7% a no calificado; y 11% a profesional.
Fuente: Ámbito