Estos rodados, algunos nuevos y otros usados, equipados con tecnología anti-tanques, destacan por su capacidad de despliegue en diversos terrenos. Según fuentes oficiales, la adquisición está al mismo nivel de relevancia que los F-16 recientemente incorporados a la Fuerza Aérea, ya que proporcionarán mayor movilidad y eficiencia al país, que ocupa el octavo lugar mundial en extensión territorial.
Los Stryker, ampliamente utilizados por Estados Unidos y Canadá, destacan por su versatilidad. Con un motor Caterpillar de 350 caballos de fuerza, alcanzan velocidades de hasta 100 km/h y tienen una autonomía de 500 kilómetros. Su diseño modular permite adaptarlos a diversas misiones, desde transporte de tropas hasta funciones específicas como reconocimiento químico y biológico. Además, están equipados con el sistema CROWS, que puede operar ametralladoras calibre .50 o lanzagranadas MK19, proporcionando un alcance efectivo para combate a distancias medias.
El proceso de adquisición, que podría demorarse varios años, incluirá la llegada de los vehículos en tandas. Según los responsables del proyecto, la intención es evaluar detalladamente las ofertas disponibles antes de finalizar los acuerdos. Este enfoque permitirá garantizar la calidad de los equipos adquiridos y su adecuación a las necesidades del Ejército argentino, en línea con los estándares internacionales de operaciones militares.
Además, esta compra se suma a otras recientes incorporaciones militares, como los F-16 para la Fuerza Aérea y los P3 Orion para la Armada, lo que muestra una apuesta clara por equipar y modernizar las fuerzas armadas del país. La adquisición de los Stryker busca enviar un mensaje de apoyo al Ejército, reforzando su capacidad operativa y consolidando a Argentina como un actor relevante en materia de defensa en la región.
Fuente: Infobae