“Gente…SOY SERGIO GARCÍA, el Gallego, para los conocidos! Deportista amateur, 56 años. Tengo COVID. No dan abasto los hospitales en Bahía Blanca. Ahora lo vivo en carne propia, sin oxígeno MORIMOS. Sin médicos y enfermeros y todo el PERSONAL DE SALUD estaríamos out!
Este virus no te deja RESPIRAR. ES MUY INVASIVO.
Me atienden de primera en el Hospital ITALIANO Bahía Blanca pero lamentablemente les tengo que decir que NO HAY MÁS LUGAR. Si esto se sigue agravando, van a tener que SELECCIONAR.
Por favor CUÍDENSE por ustedes y por sus seres queridos!
SERGIO OSMAR GARCÍA”.
Ese fue el mensaje que envió Sergio García, vecino de la ciudad que contrajo coronavirus y está internado en el Hospital Italiano.
Su esposa, Alejandra Walz, relató esta mañana en Radio Altos lo ocurrido desde el jueves a la noche cuando ella perdió el olfato y su esposo presentó dolor de cabeza, que lo había asociado a la vacuna antigripal que se había colocado.
“Está internado desde el domingo a la noche en el Italiano; todo se desenvolvió rápido. El viernes por la mañana se asustó porque se agitó para ir caminando al baño y a la noche tuvo fiebre”, contó en el inicio de su relato.
Se comunicó con su obra social y aclaró que fue imposible comunicarse con el 148 que brinda el Municipio. Sí destacó la atención que le brindaron en el 107.
El sábado Sergio amaneció con menos fiebre, pero con mayor dificultad respiratoria y por eso le recomendaron que consiga un oxímetro, que aclaró cuesta entre 3 mil y 7 mil pesos. A ese gasto sumó: 5900 pesos para realizar el hisopado, 500 pesos por el acto químico del laboratorio y 650 por realizar el test en el domicilio.
“El domingo amaneció con menos fiebre pero no quería hablar porque se ahogaba. Vino la ambulancia y me dijeron que estaban todos los hospitales saturados, que la opción era llevarlo a una guardia para que lo atiendan. Mi hijo recorrió todos los hospitales, para no pasear a mi marido; en el Hospital Privado del Sur le dijeron que no tenían camas libres, le pidieron el teléfono, pero nunca nos llamaron; y en el Hospital Italiano nos dijeron que tenían la obligación de atenderlo, pero que no había camas disponibles”, detalló.
La médica de guardia que lo atendió le manifestó que estaba saturando a un 71% y tras una reunión del comité del nosocomio, decidieron “hacerle un lugar” e internarlo.
“Mi marido me dijo “Ale dependo del oxígeno que entra por la máscara sino no vivo. Los médicos y las enfermeras son brillantes, lo atienden de 10”, destacó.
Y aprovechó para concientizar sobre la importancia de los cuidados y sobre la peligrosidad del coronavirus: “Sergio toda la vida jugó al básquet en La Falda, ahora juega en la Maxi Liga. Toda su vida hizo deportes, es una persona sana y no tenía enfermedades de base”.
“Vemos que la gente está dormida, que nuestros representantes están dormidos, que no hay concientización profunda hacia la gente. El personal de salud pide auxilio y la lectura es que no hay gestión. Por eso decidimos enviar los mensajes. Este virus nos está destrozando, estando sanos o no”, aseveró.
Por último, expresó que la situación que está viviendo su familia es de incertidumbre porque la tomografía mostró que Sergio tiene los pulmones comprometidos y no saben cómo continuará su desarrollo la enfermedad.”Uno trata de estar lo mejor posible pero esto es incierto, no sabe cómo va a evolucionar”, remarcó.
Fuente: Frente a Cano