El Laboratorio Nacional del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) confirmó la detección del virus rugoso del tomate en muestras oficiales tomadas en plantaciones de las localidades de La Plata y Mar del Plata en la provincia de Buenos Aires, y en Lavalle, provincia de Corrientes.
En este contexto, se dispuso que los establecimientos productivos mantengan en aislamiento los sitios de producción donde se produjo la detección, así como también apliquen medidas de higiene y desinfección en ellos, herramientas de trabajo y otros elementos que pudieran actuar como transmisores del virus, según lo establecido por la Resolución Senasa N° 569 de 2023.
A su vez, informan que se continúan realizando monitoreos y toma de muestras en zonas priorizadas donde se concentra la mayor superficie de plantación de cultivo de tomate y pimiento, con el objetivo de llevar adelante un diagnóstico del virus a nivel nacional.
¿De qué se trata el virus rugoso del tomate?
Este virus se caracteriza por provocar síntomas como manchas marrones en los frutos, deformaciones, pérdida de calidad y reducción en la producción. Además, su rápida propagación a través de semillas, plantas infectadas y utensilios de trabajo representa un desafío para los productores, quienes deben implementar medidas de control y prevención eficaces. No obstante, es importante aclarar si bien daña cultivos de tomate y pimiento, no afecta la salud humana ni animal.
Medidas preventivas
Como no existen tratamientos para esta plaga, el Senasa junto con el INASE el INTA establecen una serie de recomendaciones para minimizar el contagio y su dispersión:
– Comprar la semilla en comercios registrados en el INASE y verificar que el envase cuente con el rótulo amarillo de identificación de la semilla y Registro INASE.
– Asegurarse de que los plantines sean producidos en condiciones seguras (libres de plagas y patógenos), en viveros registrados por el INASE e inscriptos en el Senasa.
– Limitar el ingreso a la zona del cultivo a las personas estrictamente necesarias para su manejo (por ejemplo, evitar el ingreso de personas ajenas al trabajo y asesoramiento del cultivo).
– Utilizar ropa de protección que se pueda desinfectar finalizada la jornada. La misma debe emplearse en un único sitio de producción.
– Desinfectar las herramientas antes de pasar a otra fila dentro del mismo lote.
– Contar con un sitio en el cual se pueda lavar y desinfectar herramientas, manos y calzado. Para la desinfección puede utilizarse lavandina comercial al 10% preparada en el mismo día con agua limpia.
– Limpiar y desinfectar el invernadero al final de una temporada de producción.
– Al detectar una planta enferma evitar el contacto con la misma y desinfectar todo material con el que se la maneja y aislar el sector.
No obstante, aclaran que, ante sospechas de presencia de la enfermedad, es fundamental no tocar la planta, aislar el sector y avisar a las oficinas del Senasa, Inase o INTA más cercana a la localidad; enviar un correo electrónico a: tomate@senasa.gob.ar; o un mensaje al Whatsapp: +541135859810.
Fuente: InfoCielo