La edición especial del Boletín Oficial tiene una novedad para los empleados públicos. Según estableció el decreto 36/2019, el Gobierno dispuso la revisión de las contrataciones de personal jerárquico del Estado que se hayan concretado en los últimos 3 años.
La medida tiene dos partes. Por un lado, le entrega facultades a los ministros, secretarios, autoridades superiores de organismos descentralizados, empresas y sociedades del Estado para «revisar los procesos concursales y de selección de persona.».
Esta revisión de los procesos se deberá tener concluida en un plazo no mayor a seis meses computados a partir del hoy.
Pero, además, faculta a todos los funcionarios mencionados a revisar, esta vez en un plazo no mayor a tres meses, las designaciones efectuadas por procesos concursales de personal. Para revisar ese tipo de contrataciones de la llamada planta permanente jerárquica, el tiempo es menor. Deberá estar terminado en tres meses y podrán revisar los último dos años para atrás.
Según el decreto, firmado por el presidente Alberto Fernández y el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, la medida se toma con «el propósito de analizar su legalidad, y en particular el cumplimiento y pertinencia de los requisitos previstos para el cargo concursado y los antecedentes presentados por los y las postulantes».
Si bien no hay ninguna previsión de qué tipo de irregularidad se buscará y cómo será el cotejo de antecedentes o conocimiento para cumplir con las funciones del cargo la norma establece que, en caso de que en caso de encontrar alguna causal, se procederá de acuerdo a una ley de 1999. Si la designación contradice alguna norma, «podrán ser declaradas nulas, cualquiera sea el tiempo transcurrido, sin perjuicio de la validez de los actos y de las prestaciones cumplidas durante el ejercicio de sus funciones».
La nulidad trae aparejado una consecuencia: no causó efectos. Entonces, más allá de que se salvaguardan los actos administrativos, no debería ser indemnizado.
El ingreso al Estado mediante concursos es la manera en que la administración se nutre de profesionales para la parte jerárquica pero no política de su estructura. Pero ahora ese sistema quedó con enormes interrogantes.
Solo para ejemplificar. La AFIP realizó 40 concursos públicos para ocupar cargos jerárquicos para designación de jefaturas en todo el país. Esos procesos, por caso, deberían ser ahora revisados con parámetros que no están claros.
Ayer, en Aerolíneas Argentinas, llegó la nueva gestión. Y en sus primeros actos de administración decidió el despido de toda la planta de directores, esperable ya que cada administración cambia al director de legales, al financiero y a los principales alfiles de la dirección. Sin embargo, varios gerentes contratados por sus conocimientos técnicos y contratados en el mercado también fueron despedidos.
Desde ahora, los funcionarios podrán revisar todo hacia atrás. Y sin reglamento que establezca los parámetros de evaluación, el empleo público jerárquico ha quedado en medio de enormes interrogantes.
Fuente: La Nación