Eduardo Andrada tiene 55 años, nació en la ciudad cordobesa de Cruz del Eje y se recibió en la Universidad Nacional de Córdoba en 1994. Recuerda con claridad a un profesor, Marcelo Pereta, que le inculcó con mucho cariño su amor hacia la farmacia social y hospitalaria, y marcó su profesión a fuego.
Comenzó a trabajar ad honorem en el Hospital de Niños de la Santísima Trinidad en su Córdoba natal y ejerció la profesión en las provincias de Catamarca, Chubut (Trelew y Puerto Madryn) y Buenos Aires, en el Hospital Municipal de Agudos Leónidas Lucero de Bahía Blanca.
Eduardo confiesa que el espíritu aventurero de viajar viene por el lado del automovilismo, el Rally, y que incluso dudó de seguir con Farmacia luego de hacer un curso para copiloto y salir a las pistas; e incluso hoy, viaja en moto a todo rincón de la Argentina.
Pero aquel profesor de la facultad le fue inyectando la curiosidad hacia al cuidado del paciente y su seguridad, y su hermana Liliana –ya fallecida– también farmacéutica, supo orientarlo en su época de estudiante y siguió en carrera.
Sin embargo, Eduardo cuenta que el orgullo familiar era su tío y padrino, hermano de su mamá, suboficial de la Armada Argentina y Veterano de la Guerra de Malvinas. Carlos Alberto Solla, de especialidad Electricista, fue parte de la dotación del entonces destructor ARA “Hércules” que el glorioso 2 de abril participó en la Operación Rosario y la recuperación de las Islas en el Conflicto del Atlántico Sur.
De esta manera, Eduardo conoce la Armada desde chico y cuando su tío-padrino le propuso ejercer su profesión en el ámbito naval, no lo dudó; viajó a la Base Naval Puerto Belgrano (BNPB) y comenzó a trabajar como Personal Civil en la Farmacia de la Obra Social de la Armada. El destino hizo que conociera a Alejandro Carena, compañero de Armas de Carlos Alberto y padre de su actual
esposa, Marisa, con quien compartió también los primeros años de trabajo en aquella farmacia.
Marisa también es Agente Civil en la Armada, y con ella formó una familia y tuvieron 3 hijas: Luján de 21, Candelaria de 17 y Pía de 12 años y viven actualmente en el Barrio Parque San Martín en Punta Alta, ciudad cercana a la BNPB, al sur de la provincia de Buenos Aires.
Formar una familia y trabajar en lo que le gusta, fue afianzando el sentido de pertenencia hacia la Institución. “En la Armada Argentina encontré lo que buscaba y siempre quise hacer; me cobijó dándome trabajo, techo, comida y familia, qué más puedo pedir”, enfatiza Eduardo con una gran sonrisa.
Farmacia y Esterilización, su labor cotidiana
El Hospital Naval de Puerto Belgrano albergaba en su edificio original de 1900, una sección destinada específicamente a la farmacia, donde trabajan unas 30 personas entre personal civil y militar, siendo 6 profesionales farmacéuticos; y Eduardo Andrada es desde 2022, Jefe del Departamento Farmacia y Esterilización.
La Farmacia tiene la misión de gestionar los procesos de adquisición de medicamentos, insumos biomédicos, dispositivos médicos y vacunas para las salas médicas del HNPB. “La Farmacia abastece de medicamentos e insumos a los pacientes internados en el hospital; no se trata de la farmacia que atiende directamente al afiliado de la obra social”, explica Andrada.
El profesional farmacéutico evalúa, selecciona, compra, almacena y dispensa medicamentos en apoyo y sostén al servicio asistencial y centraliza los procesos de esterilización, desde la preparación de los materiales. “Realizamos la dispensación diaria de la necesidad del paciente del hospital a través de receta y pedido médico”, puntualiza.
Existe un Laboratorio de Fórmulas Magistrales donde se hace el gel neutro para prácticas de ecografía, alcohol al 70% y en gel. Y algo poco conocido es que, desde la Farmacia, se gestiona la adquisición de los Gases Medicinales y Oxígenos para pacientes internados y quirúrgicos del hospital y a la Cámara Hiperbárica del HNPB.
“Farmacia, dispositivos medicinales, gases, son incumbencia del farmacéutico y también la División Esterilización, porque cualquier insumo que el paciente consuma debe salir con su firma”, agrega. Este aspecto siempre llamó su
atención; disfruta del armado y empaquetamiento de gasas y participó este año del XI Congreso Argentino de Esterilización y Desinfección Hospitalaria en la provincia de San Juan.
En Cruz del Eje quedaron, su papá Manuel, bancario del Nación ya jubilado, a quien visita asiduamente y sus hermanos, quienes también se destacan en el ámbito de la salud, psicóloga una y fisioterapeuta, el menor. Su mamá Juanita, docente, falleció hace unos años y la recuerda con mucho cariño.
Jardín, primaria y secundaria, los cursó en la Escuela Nacional Normal “República del Perú”. De Córdoba, conserva la tonada al hablar y es de Club Atlético Belgrano. Y en Punta Alta, se arraigó.
Además de su actividad laboral, es un hombre de fe y con su señora, dedican varias horas a la comunidad de la Iglesia María Auxiliadora, incluso le gusta tocar la guitarra y ameniza misas y encuentros. “Es hermoso vivir en cualquier lugar de Argentina, pero aquí hemos echado raíces”, concluye.
Sobre el Día del Farmacéutico y trabajo profesional en la Armada Argentina
Hoy en día el trabajo del Farmacéutico es relevante en el mejoramiento de la salud global y en su día destacamos esa labor. Cada cultura de la Antigüedad supo tener representantes vinculados a la sanación y elaboración de medicamentos, aunque en sus orígenes se relaciona con la Medicina y otras ciencias, siendo referentes médicos farmacéuticos Hipócrates, Dioscórides e incluso Galeno.
El Día Mundial del Farmacéutico fue establecido el 25 de septiembre por la Federación Internacional Farmacéutica durante un Consejo celebrado en septiembre del 2009 en Estambul, Turquía. Se promueve y apoya a más de 4 millones de farmacéuticos en el mundo, dedicados a la prevención de enfermedades, promoción de la salud y seguimiento de tratamientos.
Existen otras dos fechas importantes en el calendario del profesional, el 12 de octubre Día Nacional del Farmacéutico por la fundación de la Confederación Farmacéutica Argentina en 1935, y el 1 de diciembre, Día Panamericano de la Farmacia, por celebrarse el Primer Congreso Panamericano en La Habana, Cuba en 1948.
La Armada Argentina cuenta con profesionales farmacéuticos en sus filas, personal militar y civil, varones y mujeres que integran la Sanidad Naval en tareas propias al ámbito hospitalario; en apoyo a las actividades operativas –cuando un buque sale a navegar, comisiones antárticas o al extranjero, que realice personal o
unidades asignando los recursos sanitarios y plan de inmunización completo en ficha médica aprobada– y cuando hay una necesidad de incorporación en el control sanitario del personal.
El farmacéutico trabaja con todos los profesionales del área de salud: médicos, odontólogos, bioquímicos, enfermeros y técnicos.
Gaceta Marinera