La infectóloga María Laura Spadaro alertó sobre un mensaje que puede ser contradictorio. Además, dijo que la sociedad «está muy relajada justo cuando estamos entrando en zona de riesgo».
Dos advertencias fundamentales en estos tiempos de aislamiento social preventivo y obligatorio brindó esta tarde la infectóloga bahiense María Laura Spadaro.
Por un lado, la profesional mencionó que se encuentra muy preocupada por el comportamiento de la gente en Bahía Blanca porque, según su visión, se encuentra muy relajada justamente cuando estamos entrando en la época en la que el virus podría alcanzar su pico máximo de contagios.
«En la medida en la que avancen los días y el frío se instale, el virus va a comenzar a circular con mayor fuerza. Estamos entrando en la zona de riesgo y la gente está muy relajada. Estamos todos desafiando a la ley y esperando que alguien nos rete, pero la realidad es que es una responsabilidad de cada uno», explicó la profesional en diálogo con el programa Nunca es tarde, de LA BRÚJULA 24.
En segundo lugar, la médica mencionó que si bien los barbijos son muy útiles como medida preventiva, no se transforman en un «escudo mágico» que vuelve inmune a la gente que lo lleva puesto y que, tal vez su universalización, genere un mensaje contradictorio en la sociedad.
«Nadie va a poner en duda de que los barbijos sirven y son una medida de prevención. De todos modos, yo no estoy a favor de pregonar su uso para todo el mundo. Lo ideal para prevenir es el aislamiento y el distanciamiento social. Se volvería un mensaje contradictorio pensar que con el barbijo o el tapaboca sos inmune a la enfermedad. No es un escudo mágico», dijo.
«El barbijo tiene sentido en el contacto frente a frente con una persona. En los casos de los médicos o los profesionales de la salud, no les queda otra alternativa que utilizarlo. Pero la gente común, tiene que respetar el distanciamiento. No entrar de a muchos en un mercado de barrio, lavarse las manos con frecuencia y todas las medidas que se han venido manifestando publicamente», resaltó.
Según Spadaro, Bahía Blanca está teniendo una evolución «lógica» en cuanto a la cantidad de contagios, aunque como médica pidió que se realicen «más tests».
Por último, expresó su preocupación respecto a la noticia conocida en las últimas horas, respecto al contagio de dos mucamas en el HAM.
«Preocupa un poco la situación de los profesionales de la salud que se han contagiado. Llama la atención y algo ha fallado, por lo que buscaremos el error e intentaremos que no suceda más», completó.
LA IMPORTANCIA DEL DESCUBRIMIENTO EN EL MALBRAN
En otro tramo de la entrevista, la doctora Spadaro resaltó el descubrimiento de los científicos argentinos del Instituto Malbran, quienes lograron secuenciar de forma exitosa el genoma completo SARS COV-2 en pacientes argentinos.
«Los profesionales de nuestro país sobresalen en el mundo y eso muchas veces no es muy difundido. El comité que está asesorando al presidente es de lujo y el Malbran es un orgullo para el país», dijo la doctora.
Si bien tener datos específicos sobre el virus es una parte fundamental en este proceso, según Spadaro la posibilidad de tener una vacuna en el corto plazo es remota.
«Tener datos específicos sobre el virus hace que la posibilidad de tener una vacuna esté más cerca. De todos modos, cerca no quiere decir rápido. Fabricar una vacuna tiene todo un proceso de seguridad que lleva meses. Se necesitan muchos pasos que nos brinden seguridad de uso. La vacuna va a estar, pero no nos va a salvar de tener que atravesar el proceso de la pandemia», analizó.
«Los virus son muy variables y cambian en el tiempo. Por eso, es muy importante tener la secuencia genética del virus para compararlo con el de otros lugares, para saber si es el mismo, si está mutando y si se está comportando de la misma manera que en otros países», completó.
Fuente: La Brújula