Entre los datos más relevantes que arroja el estudio se destaca que más de la mitad de la población está de acuerdo en que la mujer que aborta puede seguir siendo una buena creyente.
Con la sanción de la Ley de Interrupción Voluntaria de Embarazo, aprobada en diciembre de 2020, 7 de cada 10 personas acuerdan en que «se respetarán los derechos de las mujeres a decidir sobre su cuerpo» y «morirán menos mujeres por abortos clandestinos».
El relevamiento detectó además un alto nivel de desconfianza hacia la Iglesia Católica: casi 6 de cada 10 personas confían poco o nada en ella. Lo llamativo es que entre quienes se define como católicxs hay un 45 por ciento que expresa esa desconfianza. Al mismo tiempo, casi 7 de cada 10 personas rechaza que el Estado ayude económicamente a las Iglesias para el pago de salarios a obispos y sacerdotes.
La encuesta se hizo de forma telefónica entre marzo y abril de 2021, pocos meses después de la sanción de la Ley de IVE. Estuvo a cargo de IPSOS. En Argentina, se relevaron 1010 casos. La muestra seleccionada abarcó a población desde los 18 años, cubrió todas las provincias y fue ponderada de acuerdo con la última información disponible del Censo según género, edad, nivel educativo, nivel socioeconómico y ámbito de residencia. El margen de error es +/- 3,1% y su nivel de confianza del 95%.
El análisis de los datos y la redacción del informe estuvieron a cargo de los investigadorxs del Conicet Juan Marco Vaggione, Juan Cruz Esquivel y Lila Aizenberg.
“El estudio confirma y consolida una tendencia registrada en relevamientos anteriores: el umbral de consensos ciudadanos en torno a los derechos sexuales y reproductivos es cada vez más alto en la Argentina. Se advierte en el amplísimo apoyo de la sociedad a la educación sexual en las escuelas, en las percepciones respecto a las consecuencias de la legalización del aborto, esto es, la disminución muertes de mujeres por abortos clandestinos”, destacó en diálogo con Página/12 Juan Esquivel, doctor en Sociología y profesor de la UBA.
Esquivel señaló que “ese umbral de consensos” se corresponde con los procesos de secularización que se evidencian en la sociedad argentina. “Observamos que la ciudadanía se pronuncia a favor de escindir las convicciones religiosas respecto de las decisiones parlamentarias y se manifiesta en contra del pronunciamiento de líderes religiosos en la arena electoral. Al mismo tiempo, se desaprueba el financiamiento estatal para el sostenimiento de las Iglesias”, apuntó.
· Seis de cada diez personas encuestadas rechaza que líderes religiosos llamen a votar a favor o en contra de un candidato o un partido político.
· La mitad se opone a que un/una congresista con religión católica o evangélica tenga la obligación moral de votar en contra del aborto, de acuerdo al relevamiento.
“Temas que hasta hace poco tiempo se presentaban como controversiales en términos de opinión pública, o podían pensarse atravesados por brechas profundas como correlato de posiciones antinómicas, hoy muestran que en el campo de la sexualidad y la reproducción emerge, cada vez más, un amplio consenso ciudadano en torno a la reivindicación de los derechos civiles en estas materias”, indicó a este diario Aizenberg, investigadora del Conicet-Universidad Nacional de Córdoba.
La encuesta encontró que:
· Siete de cada 10 personas considera que la enseñanza de educación sexual es un derecho que las y los niños tienen y que la escuela debe garantizar. Apenas el 23 por ciento considera que es una función que madres y padres deben llevar a cabo.
· Cuatro de cada 10 personas indicó que debe enseñarse desde el jardín de infantes y un porcentaje un tanto superior, desde la primaria.
· La gran mayoría aprueba que en la escuela secundaria o media se brinde información sobre métodos anticonceptivos como preservativos y pastillas. Y que se enseñe que todas las personas tienen derecho a vivir libremente su sexualidad, sin importar su orientación sexual.
· Ocho de cada diez aprueba que se informe sobre las situaciones en las que el aborto está permitido.
· Ocho de cada 10 rechaza que en la escuela secundaria se aborde a la homosexualidad como una enfermedad.
Aizenberg también destacó el amplio consenso hacia el matrimonio igualitario y a que parejas del mismo sexo adopten: siete de cada diez están de acuerdo. El núcleo más resistente es el que se define evangélico donde el 45,6 por ciento está favor y un 52,6 en contra.
Consultado por este diario, Vaggione subrayó que “lo interesante de las respuestas vinculadas al tema de aborto es que siguen la línea de los argumentos feministas, progresistas, en relación a las consecuencias de su legalización”. La gente coincide, en un 70 por ciento en que ahora que el aborto es legal van a morir menos mujeres y se va a respetar el derecho de la mujer a decidir. “Es relevante el hecho de que la población en su gran mayoría coincide con los fundamentos debatidos durante el cambio legal. No es que solo el aborto se legalizó a nivel del derecho sino que el debate legal nos permitió como sociedad, también rediscutir, y repensar las consecuencias y lo que podía generar su legalización”, agregó.
· Más de la mitad de la población está de acuerdo en que la mujer que aborta puede seguir siendo una buena creyente.
· La mayoría coincide en que la decisión del aborto corresponde a la mujer (37,2 por ciento), o bien a la persona embarazada y su pareja (40,6%).
Otros resultados de la Encuesta:
· La sociedad argentina es marcadamente creyente: 84,7% afirma creer en Dios.
· El 60% se identifica con el catolicismo; un 18,9%, se considera sin filiación religiosa (en su mayoría creyentes sin religión); el 17,9%, representa al segmento evangélico, incluyendo todas sus denominaciones.
· Casi la mitad de la sociedad argentina reza u ora en forma cotidiana, todos los días o varias veces a la semana.
· Siete de cada 10 personas asisten a misa o a la celebración de cultos o rituales religiosos solo en ocasiones especiales o nunca.
· Seis de cada diez personas desacuerdan con la enseñanza de religión en las escuelas públicas.
· Para 4 de cada 10 personas las noticias de abuso sexual de menores por parte de sacerdotes generaron una disminución de su confianza hacia la Iglesia católica.
· Casi la mitad rechaza que el Estado deba destinar fondos para la administración de escuelas religiosas.
· Siete de cada 10 aprueba el financiamiento estatal a las Iglesias para asistir los más pobres.
· La mayoría de la población (85%) acuerda en que las personas homosexuales pueden seguir siendo buenos creyentes.
Fuente: Página 12