Para el abogado constitucionalista Eduardo Barcesat no hay dudas de que el proyecto general detrás del gobierno de Javier Milei es destruir la institucionalidad argentina.
“Al plan de miseria general para la gran mayoría popular que implementa con las medidas ya adoptadas, se suma ahora una topadora institucional que pretende modificar las bases mismas del sistema jurídico argentino”, aseveró esta mañana en diálogo con Radio Altos.
En ese sentido, no dudó en afirmar que “estamos ante un golpe de estado institucional e ingresando a la excepcionalidad institucional”.
Ante este complejo panorama, dijo que la esperanza está puesta en el Congreso y el reclamo popular debe dirigirse hacia allí: que se “sepulten” tanto el DNU 70/2023 como el proyecto de “Ley de Bases y Puntos de Partida para La Libertad de los Argentinos”.
Esa ley ómnibus, aseveró, favorece a los planes de extranjerización, al dominio extranjero, a la expropiación de las riquezas y recursos naturales y al endeudamiento .
De todos modos, planteó que ni siquiera interesa analizar punto por punto cada una de las medidas que se incorporaron en el proyecto que ingresó ayer a la Cámara de Diputados, sino que lo que importa es la institucionalidad donde, remarcó, la división de poderes que es la piedra basal del estado de derecho “ha sido aplanada en función de este proyecto totalitario”.
“El pueblo argentino deberá movilizarse y ejercer el derecho de resistencia ante los actos de violencia institucional”, enfatizó. Y reiteró el fuerte llamamiento al Congreso para que ejerza sus potestades y anule el DNU y rechace la ley ómnibus.
“Se plantea un país para muy pocos y por muchos años porque se pide declarar la emergencia por dos años y se habilita a otros dos más. Es como para destruir totalmente la plataforma económica de nuestra soberanía política, territorial, legislativa y jurisdiccional, y quebrar la posibilidad de la independencia económica de argentina y a la justicia social. Esto es el sepultamiento de los derechos de trabajadores, jubilados y pensionados de todo el país”, advirtió.
Barcesat subrayó que “es un disparate institucional y que debe ser frenado en el Congreso”.
“La derecha lo que quiere es destruir al estado-nación para llevar adelante un plan económico apropiatorio de riquezas y recursos naturales de un imperialismo y de un sistema financiero feroz”, agregó.
Y concluyó admitiendo que no le sorprende la dirección que Milei le está dando a su gestión presidencial; de hecho recordó que en la campaña electoral había alertado que “las características psicopáticas de Milei iban a desbordar la institucionalidad”.
“Esto es desgraciadamente lo que el pueblo argentino votó pero no es lo que tiene que soportar. Hay derecho de resistencia ante los actos de violencia institucional; mínimamente hay que ganar las calles y plazas de la ciudad y favorecer y divulgar las medidas institucionales que pongan un freno a esto y que obliguen a un cambio de rumbo inmediato”, concluyó.
Fuente: Frente a Cano