Tras haber cortado con el proceso de desaceleración de cinco meses consecutivos al registrar un avance del 4,6% en junio frente al 4,2% previo, el índice inflacionario habría vuelto a evidenciar una merma en el ritmo del aumento de precios en el séptimo mes del año.
En este sentido, la expectativa gubernamental es más ambiciosa que las estimaciones privadas ya que el ministro de Economía, Luis Caputo, cree que el número puede estar más cerca del 3% que del 4% al que se aproximan los distintos cálculos de las consultoras. Este miércoles 14 de agosto, el INDEC revelará el dato oficial.
El Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), que elabora el Banco Central en base a las estimaciones privadas, calculó que la inflación de julio alcanzó el 3,9% y proyectó para el año un aumento de precios del 127,4%, lo que representa una caída de 10,7 puntos porcentuales frente a lo pronosticado el mes pasado.
El pasado jueves se publicó el indicador oficial de la inflación en la Ciudad de Buenos Aires, que suele tenerse en cuenta como anticipo del dato nacional, exhibiendo un incremento de 5,1% en julio y acumuló una suba del 264,9% en los últimos 12 meses.
El dato refleja un comportamiento opuesto a lo esperado para la medición nacional, ya que significa una aceleración frente al 4,8% que se había registrado en junio. En lo que va del año, la variación de precios en el territorio porteño fue del 98,5%.
Las mediciones privadas prevén una merma en la suba de precios, que oscila entre el 3,5% y el 4,5%. La consultora Equilibra reveló que la inflación de julio se ubicó en 3,5%, mientras que a nivel interanual fue del 261% y en el acumulado de los primeros siete meses del año alcanzó el 86%.
El informe precisó que “en el desagregado, los alimentos y bebidas no estacionales subieron 2,5% (motivados por el “crawling-peg” al 2%), mientras que el resto de sus componentes crecieron alrededor de 4%, lo que se encuentra en parte vinculado con el alza del tipo de cambio CCL de julio (+3,6% promedio mensual), que impacta en importados”.
La Fundación Libertad y Progreso, por su parte, aportó que el IPC arrojó un aumento de 3,8% en julio, y en la primera mitad del año acumula una suba de 86,7%. En tanto que la inflación núcleo estuvo en torno al 3,5%.
El director de la entidad, Aldo Abram, sostuvo que “la tendencia a la desaceleración de la inflación es clara y, en la medida que se siga revirtiendo la depreciación de la moneda gestada en mayo y junio, podemos ver algunos meses que empiecen con 2” y expresó que “eso va a depender de cómo y cuándo se vayan corrigiendo los atrasos de los precios regulados y las tarifas de servicios públicos”.
El reporte de EcoGo consigna que la inflación “vuelve a ceder luego de acelerarse en junio por la incidencia de los regulados y registró un aumento de 4,1% en julio, a la expectativa de volver a retomar un sendero descendente”. En cuanto al costo de vida interanual, la consultora lo ubicó en 272,7%.
Además, puntualizó que “la inflación núcleo se ubicó en 3,9% mensual, marcando una desaceleración de 1,0 p.p. respecto al mes pasado. La medición, que excluye los rubros regulados y estacionales, alcanza así un incremento interanual del 268,2%”.
La consultora C&T, por su parte, reflejó que el IPC presentó un incremento mensual de 4,4% en julio en el Gran Buenos Aires, por debajo del 4,9% de ese relevamiento para junio. En tanto que la inflación núcleo fue de 2,7% mensual, apenas superior al 2,6% de junio. El análisis indicó que “la brecha entre ambas mediciones refleja una fuerte incidencia de los componentes estacionales en la medición total”.
Por otro lado, la consultora destacó que las verduras y las frutas tuvieron fuertes alzas en el comienzo del mes, producto de las bajas temperaturas que afectaron el cordón frutihortícola bonaerense. “En consecuencia, alimentos y bebidas aumentó 4,2% en el mes”, señaló.
Fuente: NA