Desde que comenzó la pandemia el personal de salud y toda la sociedad han hecho lo imposible por llevar adelante cada día. ¿Puede un festejo ser tan irracional como muestra la foto para tirar tanto sacrificio por la ventana? No puedo dejar de pensar este hecho irracional desde el lugar del que sufre.
Las familias desbastadas por la pérdida de sus seres queridos, los profesionales de la salud agotados con burnout, enfrentando cotidianamente la realidad como el equilibrista de un circo. Lamentablemente aún no puedo dimensionar las consecuencias que este festejo va a ocasionar en el sistema de salud local en los próximos días.
Argentina es un país futbolero, pasional, y ante tanto sufrimiento y emociones contenidas la necesidad de un festejo pudo más que la razón. No soy quién para juzgarlo, atiendo pacientes, conozco el sufrimiento.
Concluyo que es evidente que los sacrificios de tantas personas, la ausencia del contacto educativo, social de niños y jóvenes , y los casi 100 mil muertos aún no han producido en esta sociedad la suficiente conmoción, pudiendo la emoción contenida más que cualquier razonamiento. Las emociones son vehementes y nos dominan. Ante la necesidad de expresarse, la sociedad incurrió sin pensarlo en un riesgo comunitario que supera la importancia del festejo.
Recomiendo en los próximas 10 días extremar los cuidados habituales dado que la vacunación aún no ha alcanzado un alto porcentual y la circulación comunitaria es elevada. Los cuidados a esta altura de la pandemia ya son conocidos por todos.
Aquellos que participaron del festejo, deben tomar precauciones adicionales de aislamiento en los próximos 10 días , ventilación en sus casas y trabajos, medidas que podrían ser de ayuda para disminuir el impacto de transmisión.
Dr. Fernando González Pardo
Especialista consultor en cardiología
Mp 1726
Fuente: Café x Medio