La victoria presidencial de Alberto Fernández se construyó en los votos obtenidos en el conurbano bonaerense y en el norte de la Argentina, si se observan las cifras del escrutinio definitivo realizado por la Cámara Nacional Electoral (CNE).
Asimismo, la Cámara Nacional Electoral determinó que Fernández obtuvo 12.942.183 de votos y 48,24% del padrón electoral frente a los 10.805.634 de votos y el 40,28% del padrón logrados por Mauricio Macri y su coalición Juntos por el Cambio.
María Eugenia Vidal fue derrotada por Axel Kicillof en la provincia de Buenos Aires, y su caudal de votos fue menor al esperado: 38 por ciento de los sufragios ante el 52 por ciento que logró el futuro gobernador bonaerense. Esa diferencia a favor de Kicillof es clave para entender la victoria de la fórmula Fernández-Fernández de Kirchner.
En Formosa, Catamarca, Jujuy (que está gobernada por la Coalición Juntos por el Cambio), Tucumán, Salta, Chaco, La Rioja y Santiago del Estero, el candidato del Frente de Todos logró un triunfo apabullante sobre Macri. Son provincias que, separadas, tienen poco impacto electoral, pero que juntas reúnen un caudal que no es despreciable. Por ejemplo, en Formosa Fernández derrotó a Macri por 65,41% a 28,24%, en Tucumán por 57,78% a 33,91% y en Chaco por 55,73% a Macri 35,58%.
Distinta fue la situación en Córdoba, ya que casi no se modificaron los números del escrutinio provisorio. Macri se impuso con el 61,31% sobre Fernández, que obtuvo 29,21% de los sufragios. El candidato de Juntos por el Cambio obtuvo 1.394.104 votos en la provincia mediterránea, 15.270 más que en el conteo preliminar.
En Mendoza tampoco hubo casi variaciones respecto de los resultados computados en el conteo provisorio. Macri ganó con el 50,1% al conseguir 576.493 votos (9.050 más que en el provisorio), y logró así en la provincia gobernada por el radical Alfredo Cornejo imponerse por 12,27 puntos sobre Fernández.
Mientras tanto, en Santiago del Estero, un provincia con larga tradición peronista, el Frente de Todos amplió su diferencia al obtener 74,95% en el escrutinio definitivo, ante la fórmula de Juntos por el Cambio, que sacó 18,37%. Si bien Macri sumó 2.672 votos más en el conteo final, logró en total 340.557 votos menos que Fernández, quien sumó 12.725 sufragios en el escrutinio definitivo respecto de lo conocido el domingo 27.
Entre Ríos fue un caso atípico en los comicios generales. Se trata de una provincia gobernada por el justicialismo que fue derrotado por escaso margen. Los datos finales indican que Macri se impuso por 1.074 votos (390.956 a 389.882) y que la coalición oficialista obtuvo dos bancas para la Cámara alta ya que en esta votación el Gobierno también ganó por apenas 1.046 votos (383.799 a 382.753).
Respecto a la provincia de Neuquén, los resultados electorales significaron el regreso de Oscar Parrilli al Parlamento. En épocas de Carlos Menen, Parrilli fue diputado y ahora, con la victoria de la fórmula Fernández-Fernández de Kirchner, el exsecretario general de la Presidencia jurará como senador nacional.
En este sentido, a nivel presidencial, el Frente de Todos logró en Neuquén una victoria por más de diez puntos porcentuales (47,75% a 37,31%; o 194.158 a 151.698 votos). Macri hizo una apuesta institucional y política en Neuquén, porque allí está Vaca Muerta, pero de poco le sirvió: fue derrotado sin atenuantes.
En contraste con Neuquén, Macri puede sentirse satisfecho con su actuación electoral en la Capital Federal. Derrotó a Fernández con el 52,64 por ciento de los votos frente al 35,46 por ciento que obtuvo el líder peronista.
Entonces, la cifra definitiva en la elección presidencial fue de 48.24% a favor de Fernández ante 40.28% que obtuvo Macri. El presidente electo asume el próximo 10 de diciembre en la Casa Rosada.
Fuente: Infobae