En un contexto con baja circulación habitual de virus respiratorios, la identificación de esta variante conocida como supergripe reavivó la atención de las autoridades sanitarias, los equipos médicos y la comunidad científica.
El hallazgo no solo aportó información genética relevante sobre la evolución del virus, sino que también volvió a poner en foco a un medicamento ampliamente utilizado durante la pandemia de gripe A de 2009: el oseltamivir.
El Ministerio de Salud de la Nación, a través del último Boletín Epidemiológico Nacional (BEN) publicado esta semana, comunicó que el antiviral puede cumplir un rol complementario a la vacunación, sobre todo en personas con mayor riesgo de desarrollar cuadros graves.
La novedad no radica en la existencia del fármaco, sino en la evidencia actual que respalda su efectividad frente a esta variante específica, siempre que su uso responda a criterios médicos claros y oportunos.
“El tratamiento antiviral con oseltamivir, un inhibidor de la neuraminidasa, es una herramienta terapéutica complementaria a la vacunación, especialmente útil en pacientes con factores de riesgo. Aunque su mayor efectividad se observa cuando se administra dentro de las primeras 48 horas del inicio de síntomas, hay evidencia que demuestra beneficios incluso en tratamientos iniciados más tardíamente en pacientes con enfermedad grave. Sin embargo, debe considerarse que el uso indiscriminado del fármaco podría llevar a la aparición de resistencia, en consecuencia, debe promoverse un uso racional del mismo bajo ciertas indicaciones médicas”, precisó el BEN.
Y agregó: “Diversos estudios han evidenciado que en pacientes ambulatorios con alto riesgo de complicaciones, su uso se asocia a una reducción en la duración de los síntomas y en la incidencia de complicaciones. En pacientes hospitalizados con influenza grave, se ha documentado una disminución en la duración de la hospitalización y en el riesgo de mortalidad, especialmente cuando el tratamiento se inicia dentro de las primeras 48 horas del inicio de los síntomas, aunque también se observan beneficios cuando se inicia más tardíamente en casos graves o progresivos”.
Consultado por Infobae, el doctor Ricardo Teijeiro, infectólogo del Hospital Pirovano y miembro de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI) explicó que el oseltamivir es de uso habitual para los cuadros de influenza.
“No es una novedad. Pero todo este tipo de medicación debe ser con consulta médica previa e indicación precisa de tratamiento. No nos olvidemos que todos los antibacterianos, antifúngicos, antivirales, si están mal usados producen resistencia y después dejan de actuar”, precisó Teijeiro.
Y completó: “Entonces, lo principal es que la gente sepa que debe hacer un diagnóstico adecuado antes de decidir un tratamiento con esta droga”.
Fuente: Infobae
