Historia de acá cerca

En la localidad de Indio Rico, partido de Cnel. Pringles, celebraron los 92 años de quien fuera el Jefe de Estación y mentor del museo, Narciso Mario Kemel. FM Aborigen publicó salutaciones por parte de sus familiares, para este trabajador incansable de las vías.

Transcribimos la publicación realizada ayer por FM Aborigen de Indio Rico, con motivo de celebrar un nuevo cumpleaños, el numero 92, Narciso Mario Kemel, quien nació el mismo año que se decretara la creación de la Estación en aquella localidad, y el destino luego lo llevó a ocupar el puesto de Jefe de la misma.

«HISTORIA DE UN
SOÑADOR»

«Hace algunos años, no importa cuántos, en un Pueblo de la Provincia de Buenos Aires, un Pueblito como tantos, llamado Indio Rico, sucedía que…
Piiiii!!!! Piiiiiiii!!!!, chucucuuuu, chucuchuuuu!!! Ya se oye el sonido del Tren, y el chico, junto a las vacas, cierra los ojos y sueña. No debe tener más de 14 años, ¡y ya está trabajando!, tiene un trabajo muy importante, cuida vacas, pero no cualquier vaca, cuida las vacas del «Jefe de la Estación». ¿Quieren que espiemos sus sueños?, pues, ¡allá vamos!

«Sueña que es un hombre importante y está caminando por el andén de la Estación, está dando salida a un tren de pasajeros, luce muy elegante con su traje y su corbata, y además lleva gorra azul oscura con visera y sobre el galoncito que la distingue, se puede leer la palabra «Jefe».

No fue nada fácil, tenía que crecer, estudiar, demostrar que tenía agallas, ayudar a su padre Don Simón en la tienda, y si quedaba algún ratito… Siempre queda algún ratito para soñar!!!

Chucuchuuuu chucuchuuu!!!, siguió pasando el tren el mismo día y a la misma hora (cuando no venía con atraso), y con los trenes, pasaban los años, y con el paso de los trenes y de los años, el muchachito, crecía y despacio fue haciendo realidad sus sueños.

Empezó como practicante, sin sueldo, mientras estudiaba para terminar la primaria, estudiaba el Alfabeto Morse para ser telegrafista, curso que se pudo pagar gracias a las propinas.
Obtenido el Diploma de 6° Grado aprobado, se fue a Tandil llevando consigo, apretadito a su corazón, su bagaje de sueños. De ese viaje dependían su futuro y hacer realidad sus más caros deseos. ¡Debía rendir examen con los ingleses! Y… ¡Aprobó!

Con esa batalla ganada, comenzó a trabajar en el Ferrocarril como Dependiente; y fue así que en su trayecto de su casa al trabajo, un buen día, descubrió que al Hotel Vasconia lo había comprado un tal Vicente Ferrer.
Como buen ciudadano, se acercó, supongo yo, que para dar la bienvenida a esa gente recién llegada. Y ahí, en ese momento, comenzaron a rondarle otros sueños por esa cabecita «llena de ondas», cuando sintió que la piba que barría la vereda, le movió la estantería a primera vista (demás está decir, que ella, a partir de ese día, buscaba ese horario para barrer la vereda).
Y también esos sueños se hicieron realidad, y formó junto a su Pety, una hermosa familia, coronado con el advenimiento de sus tres vástagos.

Tuvo una vida pródiga en cuanto a sus actividades sociales, Teatro, buen bailarín sobre todo de tangos, siempre metido en lo cultural, un poco de política… en fin un ciudadano nato.
Llegaron los ascensos, fue Auxiliar, y él seguía soñando como cuando cuidaba las vacas. Y así como todo en su vida, también llegó el Cargo de Jefe de la Estación de Indio Rico.
Y allí se mudó con toda su familia.

Por la década del 70, reabrió la Tienda de Don Simón y Doña Úrsula, que conocimos bajo el nombre de «Antigua Casa Kemel». Seguramente ese habrá sido otro de sus sueños que hizo realidad. También se le hizo realidad el sueño de los nietos y de los biznietos.

Hoy, nos reunimos para festejar «Los Primeros 92 Años de un Soñador Exitoso». Y ¿cómo no llamarlo así? si miremos donde miremos están sus trabajos, dibujos, cajas forradas, artesanías.
Destacado escritor con sus letras de Tangos, el Himno a Indio Rico, participando con sus escritos en Programas radiales; sin ir más lejos, hace unos días escribió la marchita del Jubilado, y sabemos que está escribiendo novelas o cuentos.
Es el mentor del Museo de la Estación, gracias a ello, podemos hoy verlo por Internet, dando una cátedra de lo que fue su querida Estación, además de colaborar junto a su Pety, con el encuadernado de libros de la Biblioteca. ¿La verdad? Si es exitoso!

Un 20 de Mayo del año 1929, se firmó la orden de crea en Indio Rico la Estación del Ferrocarril, ¿casualidad o destino?, porque ese mismo día Doña Úrsula de Kemel daba a luz a su hijo Narciso Mario, nada más y nada menos, que nuestro soñador…
Calderón de la Barca dijo… «Y los sueños, sueños son…» Pero Mario Narciso Kemel, «Los hizo realidad…!!»
Muchas felicidades Mario! Son los deseos de tu cuñada Nenucha.

¡FELIZ CUMPLE ABUELO!

Hoy es un día muy especial para los nietos del firme Ferroviario de Indio Rico, un orgulloso trabajador de las vías. Con mucho cariño y respeto para Narciso Mario Kemel dedicándole la canción de León Gieco: SOY COMO UN TREN, de su nieto Mario ,su nieta política Iara y sus bisnietos Joaquín y Genaro.

Soy como un tren que atraviesa las tempestades
camino al sol
Llevo la marca de todos estos tiempos libres
o de encierros
Soy como un tren que cruza tormentas y va
camino al cielo
Y me detengo cerca o lejos en el lugar
donde quiero
Tengo el corazón desnudo en mí
pero pienso vestirlo con tu amor
Tengo una canción que empieza en mí
solo busco que termine en vos
Como un milagro la lluvia me dio el arco iris
y el agua el rió
Yo por amor doy la vida
porque de amor mi vida un día nació
Soy como un tren que atraviesa desiertos y parte
la calma en dos
Cerradas las puertas de la razón ya no hay lágrimas ni religión
Soy como un tren que cruza los fuegos y va
camino a lo alto
Duerme el viajero eternizador de las luchas
y los sueños
Tengo tu dolor sanándose
y dejo mi pena en tus ojos
Tengo tu esperanza en mis manos
y llevo tu herida en mi voz.
Fuente: FM Aborigen/ El Orden