Integrantes de la promoción 108 de la Escuela Naval Militar acompañaron a su camarada caído en Malvinas en la inauguración de la Plazoleta Honor y Gloria en el barrio Brandenberg.
Vestidos con sus mejores trajes, los compañeros de la Promoción 108 de la Escuela Naval Militar llegaron al barrio Brandenberg para rendir homenaje al teniente de fragata –post mortem- Daniel Enrique Miguel en la inauguración de la plazoleta Honor y Gloria ubicada en Sixto Rodríguez y Brandenberg.
Un gran sentimiento patriótico y orgullo por haber pertenecido a las Fuerzas Armadas inunda a cada uno de los ex combatientes. Se nota en su respeto por los símbolos patrios, en el reconocimiento a quienes no volvieron con vida de las Islas.
El capitán de Navío infante de Marina Gustavo Casal, integrante de la Promoción 108, agradeció a quienes combatieron por la patria.
“Este homenaje contó con el apoyo del Rotary Club, de la Intendencia y del Concejo Deliberante. Agradezco a la comisión directiva de la Promoción 108 de la Escuela Naval Militar, a su presidente el contralmirante retiro efectivo Julio Graff y a todos los integrantes de la Promoción que prestamos nuestra colaboración para que este homenaje se hiciera realidad”.
Casal mencionó que muchos de sus compañeros fueron condecorados en la Guerra de Malvinas y que eso constituye un orgullo para la sociedad.
A su vez hizo una breve semblanza del teniente Miguel. Dijo que “nosotros le decíamos Coquito, había nacido en Punta Alta el 19 de noviembre de 1957 en el seno de una familia ligada a la Armada. Ingresó en la Escuela Naval Militar el 21 de enero de 1975 formando parte de la promoción 108”.
Además dijo que “a su egreso obtuvo las Alas de Aviador Naval en la Escuela de Aviación Naval. Coquito era una persona entrañable, siempre jovial, espontáneo, de buen humor. El destino lo ubicó en Malvinas con sus jóvenes 24 años y el grado de teniente de Corbeta formando parte de la primera escuadrilla de ataque que operaba en Puerto Argentino”.
En ese marco el 28 de mayo de 1982 en oportunidad de proporcionar apoyo aéreo a tierra a los efectivos de tareas Mercedes que estaba empeñada en combate con el enemigo en Pradera del Ganso su Aeromaqui fue derribado por un misil tierra – aire.
“Así se truncó su joven vida y dejó un gran vacío en quienes lo conocimos y en particular en su familia. El 8 de diciembre de 2017, 35 años después, la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación en el marco de la identificación de los caídos en combate identificó sus restos que descansan en el Cementerio de Guerra de Darwin, muy cerca de donde fue derribado”.
Casal contó que “todas las promociones de la Escuela Naval Militar tienen un lema en latín. El nuestro es Ad Mortem Cum Honore, eso significa Hasta la muerte con honor. El honor es comportarse con rectitud en todas circunstancias, por encima de intereses y dificultades. Una cualidad moral que impulsa a realizar el más estricto cumplimiento del deber ante los semejantes y ante uno mismo, con autenticidad y nobleza”.
Fuente: La Nueva Radio Suarez