“La realidad y el diagnóstico de situación indican que tenemos casi 2900 personas internadas en terapia intensiva, con un índice de mortandad que raya los 300 diarios y con una cifra aún alta de contagios. La gente se muere o queda con respirador en el hospital es porque son personas no vacunadas o con esquemas incompletos, además de aquellos que presentan comorbilidades”, dijo Pizzi, en el programa “Una Buena Razón”.
Y paralelamente machacó en ese concepto: “Hoy muere de Covid aquel paciente sin inmunización o con enfermedades de base. Los que tienen dos dosis pueden sortear la situación delicada que implica infectarse y atravesar el cuadro con serias dificultades. Siempre hay excepciones, pero aún no documentadas científicamente”.
“Hay algunos huecos epidemiológicos, por ejemplo en distritos grandes, donde hay mucha gente con una sola dosis, cuando vacunas sobran y de varios laboratorios. Por eso no tiene sentido que las personas no acudan a completar los esquemas, cuando aún no sabemos si habrá una cuarta aplicación”, resaltó el especialista.
No obstante, reconoció que “no sabíamos nada de esto cuando irrumpió la pandemia, por más catedráticos y estudiosos, por eso fue un aprendizaje continuo. La primera que llegó fue la Sputnik, la analizamos y descubrimos que fue la más efectiva, superando a Pfizer entre Delta y Ómicron, pero creo que detectamos que al sexto mes, los que teníamos vacunados con Sinopharm bajan delicadamente los anticuerpos. De allí surgió la tercera dosis y en eso seguimos trabajando”.
“Combinar las dosis no estaba previsto, pero se hizo imperiosamente porque faltaban vacunas rusas, por eso probamos con Moderna, Pfizer y Astrazeneca y la gran sorpresa fue que aumentaron hasta 60% los anticuerpos. En algún momento se va a terminar la pandemia por las mutaciones del virus, pero depende de la conducta humana y la donación de vacunas a países que no tienen acceso”, finalizó Pizzi.
Fuente: La Brújula 24