En sintonía con Alberto Fernández, Axel Kicillof tampoco tiene ningún apuro por implementar cambios en el aislamiento social preventivo y obligatorio impuesto desde el 20 de marzo por el Gobierno nacional para frenar el avance del coronavirus.
A diferencia de algunos de otros gobernadores, que antes de que se publicara el DNU que los habilita a hacer propuestas, ya le anticiparon a la Casa Rosada qué actividades pretenden que se reactiven, el mandatario bonaerense quiere ir despacio. Es que teme, al igual que el Presidente, que por flexibilizar las condiciones de la cuarentena se genere un rebrote en la curva de infectados, Por eso decidió que en el Conurbano y los distritos que integran el ámbito metropolitano no habrá cambios y las restricciones continuarán siendo extremas por las próximas dos semanas, mientras que en el Interior de la Provincia, con menos cantidad de contagios, recién se habilitarán algunos sectores y zonas, pero a partir del 20 de abril.
Según sus funcionarios de mayor confianza, el razonamiento que hace Kicillof puertas adentro es similar al que planteó Fernández: «Después de todo el esfuerzo que ya se hizo, que parece estar dando resultados, no tiene sentido exponernos a abrir todo y que haya un rebrote», exponen.
«El aislamiento obligatorio en la Provincia continuará durante la semana próxima con las mismas características que hasta ahora, tal como fue indicado por el Gobierno nacional», fue la respuesta que dieron desde la gobernación ante la consulta sobre los plazos que trazó el mandatario.
Sólo en el interior se habilitarán actividades: los distritos de la región metropolitana se mantendrán «en cuarentena estricta» al menos hasta el 26 de abril, la nueva fecha que estipuló el Presidente.
«Se va a evaluar caso por caso. No va a haber una apertura masiva, sino que será por segmentaciones: por zona, tipo de actividades y grupos etarios», advirtieron desde La Plata.
Una de las posibilidades que se analiza, pero que requiere logística, es la de reactivar la circulación interna en localidades que no tienen casos confirmados de coronavirus. Es una propuesta que les hicieron llegar algunos intendentes al gobernador y al jefe de Gabinete provincial, Carlos «Carli» Bianco. El gran obstáculo es que deben trazar un protocolo que dé garantías de que no entre ni salga nadie de esos distritos.
En cualquier caso, en ciudades y pueblos fuera del AMBA que se abran actividades, se hará especial hincapié en que la población de riesgo -personas mayores de 60 años ó con enfermedades previas- deben mantener el aislamiento.
No habrá cambios en cuanto al transporte público, que continuará sujeto a estrictas limitaciones; y tampoco para las decenas de miles de empleados públicos, que seguirán haciendo guardias mínimas y con teletrabajo.
Por orden de Kicillof, la ministra de Gobierno, Teresa García; extendió la convocatoria a diez intendentes: cinco por la primera sección electoral y otros cinco por la Tercera. La idea del gobernador es escuchar sus inquietudes y, del mismo modo que Alberto F. ya les comprometió fondos a los gobernadores, llevarles tranquilidad y garantizarles que los distritos más complicados financieramente tendrá el apoyo de la Provincia. Lo mismo hará el lunes con los intendentes de Juntos por el Cambio, liderados por Jorge Macri (Vicente López).
Si bien la economía de la Provincia ya lucía golpeada antes de la crisis, el parate afectó seriamente a las arcas provinciales. «Nuestro problema va a ser la recaudación del mes de abril. Estaba previsto que fueran 41 mil millones de pesos, pero vamos a estar entre el 15 y el 40 por ciento abajo de ese estimado. Es decir, que se recaudarán entre 10 mil y 17 mil millones de pesos menos», fue el cálculo que hicieron fuentes del área económica de la Provincia.
Pese a este dilema, Kicillof repite casi a coro con Alberto F. que «la prioridad es la salud» y que no piensa tomar decisiones en función de la economía.