La biblioteca, su mundo

El 13 de septiembre fue el día del bibliotecario, un homenaje a quienes en su trabajo diario nos guían y asesoran hacia las fuentes inagotables del conocimiento: los libros. Tal es el valor institucional de las bibliotecas y la importancia de la tarea de los bibliotecarios, orientando y asesorando a los usuarios en la recuperación de información confiable, pertinente y que responda a sus necesidades.

Así lo confirma Noelia Lobos, Jefa de la Biblioteca Naval “Almirante Eleazar Videla” de la Base Naval Puerto Belgrano.

Su primer contacto con el mundo de los libros y las bibliotecas fue de niña, mientras cursaba la primaria en la Escuela N°14 “Comandante Luis Piedra Buena” de la Base Naval Puerto Belgrano. “Incluso durante los recreos pasaba tiempo en la biblio… tanto era el cariño y el interés por los libros, que cuando estaba enferma iba hasta la escuela a buscar las tareas le decía a mi abuela, pero me iba derecho a la biblioteca”, introduce con picardía Noelia Lobos.

Hoy tiene 39 años, ingresó como Agente Civil de la Armada en el 2005 y hace 11 años que se encuentra destinada en la Biblioteca Naval “Almirante Eleazar Videla” fundada hace ya 77 años. Es Profesional III, Jefa de Sección Biblioteca e Institucionales, Jefa de Sección Material Bibliográfico y cuenta con una diplomatura en Bibliotecología Social, rama que vincula el servicio de bibliotecas con proyectos socioculturales.

“La Bibliotecología Social es una herramienta maravillosa que nos permite salir de la biblioteca y proyectar relaciones sociales con el resto de las bibliotecas de la Armada, con la de otras Fuerzas, las de Punta Alta y la zona, y otras instituciones”, asegura.

“En el imaginario colectivo, la tarea del bibliotecario se reduce a entregar y recibir material bibliográfico, pero no. Nuestra misión es fomentar el uso de las bibliotecas y realizar proyectos de integración y extensión que permitan a las Fuerzas Armadas proyectarse a través de la Bibliotecología Social en la comunidad; es decir, colaborar, gestionar y liderar proyectos socioculturales”, sostiene.

Entre sus actividades habituales, además de atender las demandas bibliográficas de los usuarios y prestar servicios de Internet, Noelia asesora en la elaboración de alocuciones, proyectos, trabajos de investigación y tesis; y guía también a pasantes de la carrera de bibliotecología en sus prácticas.

Contó que el patrimonio bibliográfico de la biblioteca consta de casi 13 mil ejemplares, en temáticas que abarcan todos los niveles escolares desde jardín al universitario, además de una extensa bibliografía general y específicamente naval.

La biblioteca brinda un espacio propicio para la exposición de diferentes eventos, como son presentaciones de libros, talleres literarios, conferencias; y se reciben visitas guiadas para los diferentes niveles educativos. Allí funcionan la oficina del Área de Capacitación del Personal Civil de la Armada; y una Sede del Instituto Nacional Browniano.

Dentro de los proyectos, habla sobre la participación de la biblioteca en “La Noche de los Libros” que organiza el Partido de Coronel Rosales y los proyectos conjuntos con la oficina de extensión de la Escuela de Suboficiales de la Armada.

Noelia enfatiza: “Amo mi profesión y siempre me ha dado grandes satisfacciones”. Hace 11 años que trabaja en la biblioteca y dice es imposible no sentirla como su hogar y estar orgullosa de su profesión. “Saber que desde mi función puedo ayudar a las personas a seguir estudiando y capacitándose, me motiva. Las bibliotecas facilitan el acceso al conocimiento y la información para un mejor desarrollo personal y profesional; y en nuestras Fuerzas el conocimiento y la información son primordiales a la hora de una toma de decisiones”.

“También me llena de satisfacción ver que los chicos adoran visitar la biblioteca y cuando veo sus caritas de felicidad siento que en un mundo donde la tecnología avanza a pasos agigantados, las bibliotecas siguen brindando un entorno donde pueden aprender y sociabilizar con sus compañeros”, aseguró.

Las bibliotecas de la Armada y REBIFA

La Biblioteca Naval “Almirante Eleazar Videla” junto a otras bibliotecas de la Armada Argentina integra la Red de Bibliotecas de las Fuerzas Armadas (REBIFA) que nuclea 61 bibliotecas de diferentes organismos militares. La integran Bibliotecas Titulares de las Fuerzas Armadas, del Estado Mayor Conjunto y de las dependencias del Ministerio de Defensa; y Bibliotecas Adherentes de las Fuerzas de Seguridad de Argentina.

Su objetivo es coordinar, concentrar y difundir toda información bibliográfica de interés en el ámbito de la Defensa Nacional, la Historia, la Ciencia y la Tecnología Militar. http://www.rebifa.mindef.gov.ar/

En estos tiempos en que hay exceso o sobrecarga de información, las bibliotecas cumplen un rol muy importante orientando y asesorando a los usuarios en la recuperación de información confiable, pertinente y que responda a sus necesidades, contribuyendo así al conocimiento de la sociedad en su conjunto.

Las bibliotecas pertenecientes a las Fuerzas Armadas continúan brindando servicios adaptados al contexto de confinamiento obligatorio.

Sobre el Día Nacional del Bibliotecario

El 13 de septiembre fue establecido como el Día del Bibliotecario por el Congreso de Bibliotecarios reunidos en Santiago del Estero en 1942 y fue instituido a nivel nacional en 1954, mediante sanción del Decreto N°17.650/54 en homenaje a los bibliotecarios de todo el país.

Este día, 13 de septiembre, se corresponde con la edición de la «La Gazeta de Buenos Ayres» del 13 de septiembre de 1810, en la que apareció un artículo titulado «Educación» –se estima escrito por Mariano Moreno o Manuel Belgrano ya que se firmó bajo el seudónimo de Veritas– que informaba sobre la creación por la Junta de Mayo de la Biblioteca Pública de Buenos Aires, hoy Biblioteca Nacional.

El artículo de La Gazeta informaba también los nombramientos del Doctor Saturnino Segurola y Fray Cayetano Rodríguez, como los primeros bibliotecarios oficiales de la nueva era de la Independencia de la República.

Además de los libros

Oriunda de Punta Alta, y de padres puntaltenses, la vida de Noelia Lobos transcurrió entre su ciudad natal, cercana al mar, y la ciudad del fin del mundo, Ushuaia, a la que se mudó por razones laborales de sus papás a los 5 años.

Se radicó definitivamente en Punta Alta en 1994 cuando cursaba el 3° año de la secundaria. “Mi vida escolar estuvo repartida entre ambas provincias, hice la primaria en el ‘Luis Piedra Buena’ y en la escuela Nº 1 de Ushuaia. Comencé la secundaria en la Escuela de Educación Técnica Provincial Nº 1 de Tierra del fuego y finalicé mis estudios secundarios en el ex Colegio Nacional de Punta Alta”.

Es mamá de Jazmín de 10 años y Luciano de 2 y muy apegada a su mamá Claudia. Desde su llegada a la biblioteca, en septiembre del 2009, se dio cuenta que el mundo de los libros la seguía apasionando como cuando era niña y así fue como se capacitó en Bibliotecología Social y continúa con su carrera en la Armada

Gaceta Marinera