Mutal, con más de 40 años experiencia en la instrucción canina y juez de adiestramiento especialista en Interfuerzas, integra la FCA, entidad nacional que busca fomentar la crianza y perfeccionamiento de las razas caninas, y que también lleva el registro genealógico de todos los perros de raza del país, emitiendo y garantizando los certificados de origen de cada animal, conocidos como pedigríes.
“El examen de apto de cría consta de diversas pruebas en las que se observa si el perro exhibe agresividad o algún temperamento no aceptable que puedan transmitir a crías futuras –explicó el jefe de la APPG, Teniente de Fragata Gonzalo Barreyro–. Tiene el objetivo de que podamos tener cachorros con un comportamiento estable y con todos los papeles correspondientes a su pedigrí.»
“Es importante poder determinar si un perro tiene un comportamiento no aceptable, porque es una característica genética que puede ser transmitida a su descendencia –añadió Mutal–. En este caso son pastores belgas de la variedad Malinois, y en lo que respecta a la sociabilización, estabilidad emocional y conexión con el guía, estos canes están muy bien.”
Afirmó también que son evaluados posteriormente por jueces de la FCA especializados en estructura, donde se observa el color y forma del pelaje, entre otras variables.
La presencia de perros de guerra en las Fuerzas Armadas tiene más de 50 años de historia, y particularmente en la Armada Argentina, la Agrupación Perros de Guerra tiene el honor de ser la única unidad de su tipo en ser veterana de la Guerra de Malvinas, por su participación durante el Conflicto del Atlántico Sur durante 1982.
Gaceta Marinera