El flamante ministro de Defensa, Agustín Rossi, aseguró que reactivará las fábricas militares cerradas durante el gobierno de Macri.
Para Agustín Rossi el Ministerio de Defensa no es un territorio extraño. Fue el último titular de la cartera durante el gobierno de Cristina Kirchner y el primero de Alberto Fernández. Claro, en el interín pasó el macrismo por el Estado y por las Fuerzas Armadas donde, aseguró, «prevaleció el ajuste fiscal antes que una política de defensa» y ante la desaparición de la Unasur se alineó a las FFAA a los intereses de los Estados Unidos. El ministro aseguró que a pesar de lo ocurrido en la región, los militares argentinos «están disciplinadas y subordinadas a las instituciones y la democracia». Entre sus proyectos está el del reactivar la industria de la defensa para aportar a la reactivación de la economía y en ese sentido buscará reabrir Fanazul, una fábrica que cerró Macri.
–Usted fue ministro de CFK y ahora de Alberto Fernández. Entre uno y otro momento pasó el macrismo.
–Sí. Eso es absolutamente cierto y ahora reapareció en Sudamérica ese viejo actor de la política que fueron las Fuerzas Armadas con un nivel de protagonismo que no veíamos desde hace mucho tiempo. Para ejemplo tenemos Brasil y lo involucrada que están las fuerzas armadas en el gobierno; los militares peruanos laudando en el conflicto entre el presidente Bizcarra y el Congreso al cerrar el Parlamento; y la situación de golpe que termina generando en Bolivia donde la estocada final a Evo Morales se la termina dando el jefe del Estado Mayor Conjunto de las FFAA. De todas formas, me parece que es un escenario que no tiene nada que ver con lo que pasa en la Argentina. Hoy nuestras fuerzas están disciplinadas detrás de las instituciones y la democracia.
–¿No hay peligro de contagio?
–No, no lo creo. Y le doy un elemento para el análisis. No hubo contagio de nuestras FFAA cuando en toda la región y de manera independiente del gobierno de cada país, los militares se involucraron en la lucha contra el narcoterrorismo. Entonces no veo que acá pueda suceder. Esto no significa que uno no tenga que tener el dato político y geopolítico en cuenta. Pero bien podríamos decir que nosotros venimos contra la ola. Tenemos un gobierno progresista y eso también cuenta. A diferencia de lo que ocurría en América Latrina, la Argentina no se involucró en cuestiones de seguridad interior y vamos a trabajar para que eso no ocurra.
–¿Eso cambió durante el gobierno de Macri?
–Obviamente que la conducción política tiene alguna influencia. Y también es cierto que la política de defensa es subsidiaria de la política exterior del país que en el caso de Cambiemos se definió en el alineamiento con los Estados Unidos. Entonces la relación con el Comando Sur es posible que haya sido más intensa.
–La desaparición de la Unasur es un dato negativo…
–Sin duda y sobre todo es negativo en la política latinoamericana de integración. Nunca habíamos tenido estándares tan altos de integración como cuando existía la Unasur. Bueno, ahora lamentablemente por la aparición de gobiernos conservadores se frenó ese proceso que iba más allá de los posicionamientos ideológicos de los gobiernos porque en la Unasur también estaba la Colombia de (Juan Manuel) Santos. Entonces claramente me parece que eso es un retroceso. En materia de defensa quisá se sienta más porque ese Consejo Sudamericano de Defensa era el que más trabajaba.
–¿Cómo encontró a las FFAA luego del paso del macrismo?
–En principio tuvieron problemas presupuestarios muy graves porque incluso se llegó al racionamiento en las unidades que generó problemas de alimentación que han tenido como consecuencia del ajuste. El presupuesto para las Fuerzas Armadas para este año es el más bajo que tuvieron en la historia. En términos generales veo que se priorizó el ajuste fiscal por encima de la política de defensa.
–¿Cómo define la política de defensa del gobierno que integra?
–Nosotros la definimos como reactiva porque sólo reaccionamos ante una acción militar externa. Es cooperativa porque trabajamos con todos los países del mundo en situación de paz, ejercicios, intercambio de formaciones. Eso hacemos con todos pero preferentemente con los latinoamericanos. Y es en base a desarrollo de capacidades que viene a reemplazar las viejas hipótesis de conflicto.
–¿Qué significa eso de desarrollo de capacidades?
–Implica tener unas FFAA que puedan ser capaz de manejar la más alta multiplicadad de su sistema de armas. A modo de ejemplo, si tenemos doce aviones supersónicos no nos resuelve nada desde el punto de vista del poderío bélico pero sí te permite tener pilotos que puedan volar cazas supersónicos. Ocurre lo mismo con el resto de las fuerzas.
–La industria militar también sufrió el paso de Cambiemos.
–Todo país industrial desarrolla una industria para la defensa. Eso es estratégico. Nuestra intención es desarrollarla para equipe a las fuerzas armadas pero que también tenga un involucramiento positivo en el desarrollo económico del país. Si tenemos mayores niveles de producción crecemos en la participación en el mercado. Por lo tanto, si crecemos en el mercado mejoramos la balanza comercial porque lo que no hace Fabricaciones Militares se termina importando. Pero además se genera puestos de trabajo, mejoramos la cadena de proveedores. Me parece que las tres patas que tiene la industria de la defensa que son las fábricas militares, los astilleros y la fábrica argentina de aviones hay que sumarle la alianza estratégica que tenemos que tener con Invap para el desarrollo de aquellos productos tecnológicos más avanzados. Eso fue lo que hicimos con el Sistema Nacional de Vigilancia y Control Aeroestatal que nos permitió desarrollar los radares de defensa y los que están en los aeropuertos. Eso funcionó con Invap y por lo tanto debemos reestablecerlo.
–Pero Macri cerró fábricas militares como fue el caso de Fanazul. ¿Qué va a pasar con esos establecimientos y esa gente que quedó en la calle?
–Fanazul es una de las tareas que tenemos porque vamos a reflotarla. Nosotros hicimos una fábrica militar en Jachal que produce explosivos para la industria minera. Hoy es superavitaria. Bueno, habría ver cómo hacemos para reordenar la de Azul. Lo estamos estudiando pero, por ejemplo, todos los explosivos para la industria petrolera son importados. Entonces, si tenemos un plan adecuado de negocios podemos ser un proveedor y ser un jugador en ese escenario. Ahora lo que tenemos que hacer es ir a ver las instalaciones de Fanazul para ver cómo están las instalaciones de manera que podamos reactivarla.
–¿Qué hará con el caso ARA San Juan?
–Una vez que llegué me puse en contacto con la jueza (Marta) Yañez y puse el Ministerio a su disposición para todo lo que necesite en su investigación y me estoy involucrando en la instrucción en el marco del Estado Mayor Conjunto para ver las responsabilidades militares de lo que ocurrió. Los familiares deben saber que estamos a disposición de ellos. La primera visita que voy a hacer a las unidades militares será a la Base de Submarinos de Mar del Plata.
Fuente: Página 12