La cifra de personas estudiadas fue nada menos que de 186.581, todas de 60 a 79 años. Se comparó la evolución de 40.387 vacunados con la primera dosis de Sputnik V y que no recibieron la dosis 2, con la evolución de 146.194 personas no vacunadas. El estudio del Ministerio de Salud bonaerense, que encabezan Daniel Gollan y Nicolás Kreplak, fortalece la estrategia de priorizar la primera dosis y postergar todo lo posible la aplicación de la segunda, porque evidencia que vacunando a muchas personas con la dosis 1 se descomprimen más rápido las terapias intensivas y los peligros de muerte.
La presentación en La Plata y en Moscú obedece a que el trabajo de la Provincia de Buenos Aires es el primero hecho fuera de Rusia para constatar la protección de la primera dosis. Es público y notorio que, con las dos dosis, la Sputnik V alcanza niveles de efectividad del 91,4 por ciento, pero el análisis bonaerense se centra en la dosis inicial, justamente para evaluar la estrategia de aplicar muchas dosis 1 y postergar la segunda dosis.
La investigación del Ministerio de Salud bonaerense tiene la ventaja de que se hizo sobre la vida real y no es un estudio de fase 3 con voluntarios. Es más, no se evaluaron personas de más de 80 años porque al momento de iniciarse la investigación ya habían sido vacunadas en su mayoría.
La conclusión central es que con una dosis de Sputnik V se evitan contagios en un 78, 6 por ciento, lo que significa que comparado con las personas que no se vacunaron, los que sí recibieron la primera dosis, hubo un contagio de 78,6 por ciento menor.
Pero aún más importante, es que comparado con quienes no se vacunaron, los que sí lo hicieron tuvieron consecuencias infinitamente menores: el 87,6 evitó transitar el coronavirus de forma grave y en el 84,7 por ciento se esquivó el resultado muerte.
Los resultados demuestran de forma clara que una sola dosis de Sputnik V brinda una protección mayor que la vacuna de Janssen-Johson&Johnson, cuya eficacia es menor al 70 por ciento y es una vacuna de monodosis. Por eso también la conclusión es que a un país le conviene vacunar con dosis 1 todo lo posible porque brinda una gran protección, descomprime las terapias intensivas, evita los casos graves de covid y reduce la cantidad de muertes.
La dosis 2 refuerza la protección de los que ya están protegidos, en cambio la dosis 1 protege a quienes no tienen ninguna defensa. A eso apunta la estrategia de priorizar la primera dosis y vacunar a millones de personas, postergando la segunda dosis. La derecha y la oposición en general tratan de instalar que quien no tiene las dos dosis no está vacunado, como una forma de ningunear lo que se va consiguiendo con la llegada de 20 millones de dosis. Al principio decían que la Sputnik V era veneno, después que del veneno llegaba poco, ahora que el veneno hay que darlo completo, las dos dosis, porque de lo contrario es como si nada. El nuevo estudia los deja, otra vez, al descubierto.
Fuente: Pagina 12