La investigación contra la docente del Jardín de Villa Mitre continúa reuniendo pruebas. Más allá de la desinformación reinante en algunas redes y medios de comunicación, La Brújula 24 sigue informando con datos duros.
Como ya se dijo, ningún ataque o amenaza, hará que este diario digital deje de informar con rigurosidad las alternativas del delicado expediente judicial.
En este caso, presentamos el informe elaborado por una psicóloga que atendió a una de las niñas protagonistas de esta historia de terror. La evaluación es contundente en cuanto a las conclusiones. La paciente, de 4 años, sufrió violencia física, psicológica y sexual. Y las manifestaciones coinciden -y amplían- lo descripto por la mamá denunciante.
Los dichos de la chiquita son contundentes en cuanto a los “juegos sexuales” a los que era sometida, el lugar y la autora de esos hechos.
Este es el informe de la profesional
“De la evaluación realizada puedo hacer las siguientes conclusiones:
Al hacer referencia a situaciones donde habría estado desnuda en el jardín junto a la señorita y otros niños se pone en situación fetal y llora.
Cuando arma un juego con muñecas sin bombacha se enoja, las tira y dice ‘están mal esas nenas porque están en cola’ porque la seño V. les saca la ropa. Las nenas tienen miedo y no las quiero ver.
Cuando dibuja, dibuja un sol negro diciendo que ella esta triste. Al preguntarle por qué, responde porque la seño V. se desnuda y la retaba. Y la hacía bailar. Que había que hacer caso sino no iban a poder volver a casa a ver a sus papás.
En sus dibujos puede observarse la forma de pechos femeninos, miembros masculinos, colas y pelos genitales. Estos son indicadores importantes teniendo en cuenta que la niña, siendo tan pequeña, no tiene maduración suficiente para haber tenido experiencias vinculadas a la sexualidad. Dicho conocimiento sólo puede ser resultado de haberse encontrado expuesta a situaciones sexuales impuestas por un adulto.
Es de suma importancia, destacar que la niña presenta un miedo intenso a estar en una oficina con la puerta cerrada, ello implica que en todas las entrevistas psicológicas la puerta haya tenido que estar arrimada pero no cerrada
En una oportunidad intenté cerrar la puerta, comenzó a llorar, gritando que tenía miedo que le hagan de nuevo lo que le había hecho la seño V.
Durante las entrevistas, y en reiteradas oportunidades, la niña se lleva sus manos a los genitales. Al preguntarle el motivo de dicha conducta, responde que es donde la habría tocado la seño V.
Al hacer referencia al vínculo con el jardín y, específicamente, con su señorita; la niña manifiesta que NO quiere verla, que no quiere compartir juegos con ella y manifiesta enojo y llanto.
Al preguntarle los motivos por los cuales NO quiere ver a la maestra y que ha ocurrido con ella expresa:
1) Tengo miedo de contar las cosas que me hacía la seño V. Ella se puede enojar y hacerme algo malo otra vez.
2) Yo me saco la bombacha y después me pongo otra bombacha. Voy al cuarto de piso azul con la seño V. Me saco el pantalón, la bombacha y me pongo una calza. La seño me decía que haga eso para sacarme la ropa. Que tenía que bailar sin ropa, pero no me animaba. Tenía miedo. Había otros nenes que vi en cola, pero ellos no querían estar en cola.
3) La seño también se quedaba en cola. La seño decía que teníamos bichos en la cola. La seño me tocó la cola y donde hago pis. Y me olió.
4) También me hizo jugar con caca
5) Antes iba al jardín feo y lloraba porque me quedaba en cola. La seño me hizo cosas que no me gustan.
6) La seño me llevaba a un lugar con piso azul y nos ponía en cola. Ella tiene un bebe en la panza.
7) Las muñecas que no tienen bombacha son feas. Es feo que tenga que estar en cola.
Durante la evaluación pude hallar indicadores compatibles con violencia física, psicológica y sexual. Es por ello que puedo inferir que la niña X podría haber sido víctima de dichas situaciones traumáticas. Es sumamente relevante, recordar que estamos haciendo referencia a una niña muy pequeña y que tiene sus tiempos para poder expresar su acontecer emocional, antecedentes traumáticos, dolores, alegrías, tristezas, miedos; son tiempos que deben ser respetados, evitando la re revictimización, teniendo en cuenta siempre en la elaboración de las consecuencias psicológicas que el abuso sexual haya dejado en la niña”, señalo la psicóloga.
Fuente: La Brújula 24