Se comunicaron por el teléfono fijo con una rotisería. Les dijeron que eran de la compañía proveedora de gas natural.
El informante le comunicó a quien atendió la llamada que mañana iban a realizar un corte de gas en el barrio y por lo tanto querían algunos datos para evitar perjudicarlos, dado que como parte de la necesidad diaria indispensable para hornos y cocinas es el gas, la intención era evitar causar una molestia innecesaria.
Les pidieron que fueran hasta el nicho del medidor y trataran de ver el número del mismo.
Luego que encendieran solo una hornalla de la cocina y les indicaran el color de la llama.
Tras otras preguntas “raras” les dijeron que les dieran un número de celular porque les iban a pasar un código por whatsapp para que lo tengan a mano cuando llegara la cuadrilla. Si mostraban ese número, iban a quedar exentos del corte.
Ese código se lo tenían que pasar a quien llamaba por el fijo para agregarlo a la planilla.
Lo cierto es que esa numeración sirve para pasar el whatsapp a una computadora, por lo que la intención era apropiarse de ese medio de contacto y todos sus registros, con intenciones impensadas.
Alguien que acompañaba a la mujer se dio cuenta del intento de estafa y terminó la comunicación con palabras irrepetibles.
Lo cierto es que no hay que dar número alguno a nadie y si reciben un SMS con un código y se lo piden, es solo para robarle los contactos.
Una nueva modalidad de intento de estafa: ahora haciéndose pasar por un operador de Camuzzi, todo totalmente incierto.
Fuente: LU24